Las autoridades salvadoreñas decretaron el 2023 como el año más seguro del país, al reportar oficialmente 154 homicidios en ese período, una tasa de 2.4 por cada 100,000 habitantes.
La cifra, sin embargo, no contempla los pandilleros que murieron de forma violenta (que fueron 40). Aún así, el registro es el más bajo desde que se llevan esas estadísticas en posguerra (el conflicto armado terminó el 16 de enero de 1992).
Además, informaron que el 94 % de estos crímenes están resueltos, para acentuar los buenos resultados.
“La tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes, es de 2.4 y el promedio diario de homicidio anual, es de 0.4, esto nos coloca, a nivel de América, en el segundo país y el primero de Latinoamérica; con la tasa más baja de homicidios, apenas por debajo de Canadá, que cerró con… pic.twitter.com/jK6pMjp4Kk
— PNC El Salvador (@PNCSV) January 3, 2024
“La tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes es de 2.4 y el promedio diario de homicidio animal es de 0.4 %, esto nos coloca, a nivel de América, en el segundo país y el primero de Latinoamérica con la tasa más baja de homicidios, apenas por debajo de Canadá, que cerró con 2.25 homicidios por cada 100,000 habitantes”, dijo el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, quien durante la presentación de los datos fue acompañado por el director de la policía y el fiscal general.
“Gracias al Plan Control Territorial, en el 2019 se logró una disminución de 2,398 homicidios. Luego, el 2020 se cierra con 1,341 homicidios, que dijeron en aquel momento que era efecto de la pandemia, sin embargo, en el 2021 cerramos aún más abajo, con 1,147 homicidios”, agregó el ministro.
Esta mañana, el @FiscalGeneralSV y el Gabinete de Seguridad brindaron #ConferenciaDePrensa para dar a conocer el balance general del 2023.
Esto como resultado de las políticas implementadas y el trabajo articulado de las diferentes instituciones de seguridad, en beneficio de la… pic.twitter.com/P878EeNeTF
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En gran medida, la dramática disminución de los crímenes violentos se debe a una política de mano dura, que incluye un régimen de excepción que le ha permitido al gobierno el arresto de más de 75,000 pandilleros.
La medida, sin embargo, es cuestionada por la oposición y por organismos que velan por los derechos humanos, por considerar que permite varias arbitrariedades. Hay más de 150 denuncias de casos de prisiones que murieron en situaciones no esclarecidas.
“En lo que va del régimen de excepción hemos detenido a 75,163 miembros de maras”, enfatizó el funcionario.
“Vamos a continuar desarticulando las estructuras criminales”, dijo por su parte el director de la policía, Mauricio Arriaza.