Entre bombos y platillos, la dictadura Ortega-Murillo de Nicaragua ha anunciado entre octubre y noviembre la suscripción de acuerdos para grandes proyectos de infraestructura con empresas de la República Popular China, pero esas empresas tienen un historial de corrupción y proyectos mal hechos por los países donde han pasado.
Un aeropuerto en Punta Huete, al noroccidente de Managua; una nueva línea ferroviaria, la ampliación de una autopista, un proyecto hidroeléctrico y una planta fotovoltaica, son algunos de los proyectos anunciados y en cuya negociación ha participado directamente el hijo de la pareja dictatorial y considerado su delfín, Laureano Ortega Murillo.
En octubre de 2023, Nicaragua firmó un acuerdo con la Compañía de Ingeniería CAMC de China para la reconstrucción, expansión y mejora del Aeropuerto Internacional de Punta Huete. La compañía es una subsidiaria del conglomerado China National Machinery Industry Corporation, también conocido como Sinomach.
Según el portal oficialista nicaragüense el19digital.com, el contrato para el aeropuerto de Punta Huete fue firmado por Wang Bo, Presidente de China CAMC Engineering Co., Ltd, y el General Oscar Mojica, Ministro de Transporte e Infraestructura de NIcaragua.
Los funcionarios nicaragüenses y chinos están promocionando el proyecto de 492 millones de dólares como parte de la Iniciativa china de “La Franja y la Ruta” (BRI, por siglas en inglés).
CAMC o Sinomach tienen experiencia en construir aeropuertos a precios sobrevaluados y con deficiencias en su construcción y por supuesto, financiados por China a través de préstamos a países como Nicaragua en lo que se denomina “la trampa de la deuda”. China se cobra los préstamos quedándose con proyectos de infraestructura clave por todo el mundo para aumentar su presencia económica, política y militar.
Precisamente CAMC está envuelta en un escándalo en Nepal, un país fronterizo con China, donde se ubica el emblemático Monte Everest y una de las naciones más pobres de la zona.
El aeropuerto de Pokhara
Es el caso del Aeropuerto Internacional de en Pokhara, la segunda ciudad más grande de Nepal. A un costo de 216 millones de dólares, abrió sus puertas en enero y ha sido un fracaso monumental. China acordó proporcionar préstamos para construir el aeropuerto hace más de una década. ¿La constructora? China CAMC Engineering, el brazo de construcción del conglomerado estatal, Sinomach, como contratista.
Según una serie de artículos publicados por The New York Times en octubre y noviembre, el aeropuerto no ha podido atraer ningún vuelo internacional regular, lo que plantea preocupaciones sobre si generará suficientes ingresos para pagar los préstamos a sus prestamistas chinos. Los funcionarios de Nepal han pedido a Beijing que cambie los préstamos por una subvención para aliviar la carga financiera, pero China no ha aceptado hacerlo.
El mes pasado, The New York Times informó que CAMC había inflado el costo del proyecto y socavado los esfuerzos de Nepal por mantener el control de calidad, dando prioridad a sus propios intereses comerciales. La Autoridad de Aviación Civil de Nepal, la agencia que supervisa la construcción del aeropuerto, no hizo nada al respecto, para evitar molestar a Pekín.
Pekín ha declarado que el aeropuerto de Pokhara es el “proyecto insignia” de su Iniciativa de Franja y Ruta con Nepal.
Nepal, uno de los países más pobres de Asia, había tratado de construir un aeropuerto internacional en Pokhara desde la década de 1970 con la esperanza de convertir la ciudad en un destino turístico.
Jagannath Niroula, subdirector general de la Autoridad de Aviación Civil, dijo a The New York Times que los investigadores anticorrupción habían pasado dos o tres días en Pokhara investigando la calidad de la construcción del aeropuerto. Algunos ingenieros que habían trabajado en el aeropuerto dijeron a los investigadores que la calidad del edificio se había visto comprometida y que la infraestructura del proyecto no era sólida.
El aeropuerto de Pokhara destaca las trampas de los países que importan el modelo de desarrollo de infraestructura a cualquier costo de China, que gasta dinero para las empresas chinas, a menudo a expensas del país en desarrollo.
En Nepal, China, CAMC Engineering, importó materiales de construcción y maquinaria de movimiento de tierras de China. El aeropuerto, construido con un diseño chino, está repleto de tecnología de seguridad e industrial fabricada en China.
La investigación de The New York Times, basada en entrevistas con seis personas involucradas en la construcción del aeropuerto y un examen de miles de páginas de documentos, encontró que China CAMC Engineering había dictado repetidamente términos comerciales para maximizar los beneficios y proteger sus intereses, mientras desmantelaba la supervisión nepalí de su trabajo.
Esto ha dejado a Nepal un aeropuerto internacional, a un precio significativamente inflado y sin los pasajeros necesarios para pagar los préstamos a su prestamista chino.
El acuerdo de préstamo chino solo permitía a las empresas chinas pujar por el trabajo. La oferta ganadora de CAMC de 305 millones de dólares, resultó ser casi el doble de lo que Nepal había estimado que costaría el aeropuerto, lo que levantó la iría de algunos políticos nepaleses, que calificaron el precio de escandaloso y el proceso de licitación amañada. Luego, CAMC bajó el precio alrededor del 30 por ciento, a 216 millones de dólares.
El escándalo en Bolivia
CAMC también se vio envuelta en un escándalo de corrupción y tráfico de influencias en Bolivia luego que contratara a Gabriela Zapata, una amante del entonces presidente boliviano, Evo Morales, como su representante en el país sudamericano.
El escándalo se denunció públicamente en los primeros días de febrero de 2016, aludiendo el tráfico de influencias que existiría a favor de la empresa China CAMC debido a que Morales y la gerente comercial de dicha empresa, Zapata eran amantes.
La empresa china se adjudicó siete contratos del Gobierno por más de 560 millones de dólares. Zapata fue detenida poco después por la justicia boliviana.
Además, la justicia boliviana ejecutó el cobro de una penalización por 86 millones de dólares contra la CAMC para garantizar su papel en la construcción de un ferrocarril, el cual no había podido concluir a tiempo.
Para el académico estadounidense especialista en las relaciones China-América Latina, Evan Ellis, no es ninguna sorpresa que CAMC aparezca en Nicaragua haciendo negocios con la familia Ortega.
“CAMCE es una de las empresas de construcción chinas más activas, tenía varios proyectos en Venezuela en la época de Hugo Chávez, también fue activa en Bolivia y empleó a Gabriela Zapata, la amante de Evo Morales como su representante en el país”, dijo Ellis a Centroamerica360.
“No me sorprende que esta sea una de la empresas que busquen estos proyectos con los Ortega”, agregó.
En la lista negra del Banco Mundial
En el tristemente célebre proyecto del Canal Interoceánico que la dictadura concesionó al empresario Wang Jing, de la empresa HKND, el mismo portal el 19digital ha anunciado que el cuestionado hombre de negocios ha contratado a la empresa china China Railway Construction para proyectos de factibilidad del mismo.
La empresa ha estado en la lista negra del Banco Mundial debido a sus malas prácticas en la construcción de carreteras en Georgia, un país de Asia Central.
En junio de 2019, el Banco Mundial anunció la exclusión por nueve meses de China Railway Construction Corporation Ltd. (CRCC), y sus subsidiarias de propiedad total, China Railway 23rd Bureau Group Co., Ltd. (CR23) y China Railway Construction Corporation (International) Limited (CRCC International), “en relación con la mala conducta en el marco del Proyecto de Mejora del Corredor de Carreteras Este-Oeste en Georgia”.
La empresa también fue cuestionada por proyectos en Nigeria, en África.
Esta empresa apareció en un listado de empresas sancionadas por malas prácticas que venció en marzo de 2022.
En julio de 2011, el Banco Mundial incluyó en una lista negra por seis años a la empresa China Communications Construction Company (CCCC) Limited, y todas sus subsidiarias, “por prácticas fraudulentas en el marco de la Fase 1 del Proyecto Nacional de Mejora y Gestión de Carreteras de Filipinas”.
“Bajo la sanción, la CCCC no es elegible para participar en ningún proyecto de carreteras y puentes financiados por el Grupo del Banco Mundial hasta el 12 de enero de 2017”, comunicó entonces el Banco Mundial.
Pues precisamente, la CCCC fue contratada por la dictadura nicaragüense para el proyecto de diseño y construcción de una planta fotovoltaica, por un valor de 69,49 millones de dólares.
Otra empresa con malos proyectos, sanciones y corrupción
Otra empresa china contratada por la dictadura de Managua es la China Civil Engineering Construction Corporation. La empresa fue contratada para construir una nueva línea ferroviaria en todo el país ; un proyecto hidroeléctrico en Tumarín y ayudar con la expansión de la autopista Rivas-Sapoá en el pacífico nicaragüense, cercano a la frontera con Costa Rica.
Esa misma empresa ha sido cuestionada por el gobierno de Nigeria, en África por no cumplir con el contrato de proyectos ferroviarios.
No fue el único escándalo. En febrero de 2021, este gigante de la construcción chino junto a la exministra de Aviación y actual senadora nigeriana, Stella Oduah y otras seis personas, fueron acusadas de lavar fondos por la suma de 5 mil millones de dólares.
Las autoridades nigerianas señalaron a los acusados de conspiración para cometer lavado de dinero, transferir, tomar el control y tomar posesión de los ingresos del fraude, ayudar e instigar al lavado de dinero y abrir cuentas bancarias anónimas.
Oduah, cuyo ministerio tenía una relación contractual con CCECC Nigeria Ltd mientras estaba en el cargo como Ministra de Aviación, fue destituida de su cargo en febrero de 2014 después de un escándalo de adquisiciones que involucró la compra de dos lujosos automóviles.
China Civil Engineering Construction Corporation también ha estado entre las empresas sancionadas por el Banco Mundial, en este caso entre el 4 de marzo de 2020 y el 3 de marzo de 2022.
Un patrón de corrupción
Para Evan Ellis, la corrupción es un patrón de conducta de las empresas chinas especialmente en relación con gobiernos populistas como los de Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa o Daniel Ortega.
“Por lo general esto ha sido un gran problema con empresas estatales chinas trabajando en construcción, aunque técnicamente hay leyes contra la corrupción en China, hay un dicho en China de que “el emperador está muy lejos y las montañas son altas”, es decir, que cuando estas empresas están en el extranjero hay una tendencia de llegar hasta donde pueden negociar con condiciones de poca transparencia con gobiernos donde gana la empresa china y el líder local que firma el contrato”, explica Ellis.
“Entre más populistas los socios, como Hugo Chávez o Daniel Ortega, lo menos transparente es, y más proclive a beneficios por corrupción”, asegura el académico.
Ellis asegura que “hay un patrón con estas empresas chinas, generalmente en contraste con empresas norteamericanas o europeas, la actitud es para empresas chinas es que no tienen temor a represalias en el extranjero por parte del gobierno chino”.