Jennifer Vásquez, esposa del salvadoreño Kilmer Ábrego García , deportado por error a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador, denunció públicamente la responsabilidad de los gobiernos de Donald Trump y Nayib Bukele en el caso, y exigió la reunificación inmediata de su familia.
“Han pasado 28 días desde que perdí a mi marido, desde que mis hijos no le abrazan, desde que su madre no le da un beso. Esto nunca debería haber pasado”, declaró Vásquez con visible emoción durante una rueda de prensa celebrada en Washington junto a congresistas demócratas, entre ellos Adriano Espaillat, líder del Caucus Hispano.
El caso causó conmoción tanto en Estados Unidos como en El Salvador. Ábrego García, de 24 años, huyó de su país debido a amenazas de la pandilla Barrio 18 y vivía legalmente en el país norteamericano. Está casado con una ciudadana estadounidense y tiene 3 hijos nacidos en el país, todos con necesidades especiales.
Honored to meet Jennifer Vasquez Sura, the wife of Marylander Kilmar Abrego Garcia, who was forcibly deported to a maximum security torturer’s prison in El Salvador by the Trump Administration in an “administrative error” and without any due process. We’re fighting in Congress to… pic.twitter.com/6LpM8QK1My
— Rep. Jamie Raskin (@RepRaskin) April 9, 2025
Trabajaba en el sector construcción mientras cursaba estudios universitarios en Maryland, con el objetivo de obtener una licencia profesional.
En 2019 fue arrestado tras ser vinculado a la MS-13 por un informante anónimo, sin embargo, un juez aprobó su petición de protección contra la deportación tras determinar que no representaba una amenaza.
Pese a ello, en marzo de 2025 fue detenido durante una supuesta parada de tráfico y trasladado sin aviso a un centro de detención en Texas.
Más tarde, fue deportado a El Salvador en virtud de un polémico acuerdo entre las administraciones de Trump y Bukele, que permite enviar a presuntos miembros de pandillas a cárceles salvadoreñas, incluso sin juicio previo en Estados Unidos.
Vásquez afirma que se enteró del paradero de su esposo gracias a una foto publicada en redes sociales. “Los gobiernos siguen retrasando nuestra reunificación”, reclamó.
Por su parte, el congresista Espaillat calificó el caso como “un secuestro” y exigió su liberación: “No ha quebrantado ninguna ley. Su estado migratorio fue ignorado a pesar de que las autoridades estaban al tanto”.
Aunque las autoridades migratorias estadounidenses admitieron que la deportación fue un “error”, argumentan que ya no tienen jurisdicción, pues Ábrego está bajo custodia del Gobierno salvadoreño.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos falló recientemente a favor de la administración Trump, deteniendo una orden judicial previa que pedía el retorno del joven salvadoreño a Estados Unidos.