La destituida ministra de Comunicaciones de Guatemala, Jazmín de la Vega, dijo estar sorprendida por la separación de su cargo y alegó que durante los 120 días que lo ocupó siguió los lineamientos del Ejecutivo, en cumplimiento a la Constitución de la República y que se negó a cumplir órdenes fuera del marco legal.
En una conferencia de prensa, 5 días después de ser despedida por el presidente Bernardo Arévalo, de la Vega aseguró que ella cumplió con sus obligaciones y fue la funcionaria que más denuncias presentó por presuntos casos de corrupción detectados.
“No me presté a acatar órdenes manifiestamente ilegales”, dijo.
“Abandoné a mi familia porque recorrí todos los departamentos durante estos meses para conocer cada una de las obras. Me voy con la frente en alto. Por supuesto que fui objeto de amenazas y denuncias. Me voy con mi prestigio intacto”, sostuvo.
“Estoy dejando un mejor ministerio y un mejor país, por eso me extraña que se me haya separado del cargo”, agregó.
Agregó que ella se opuso a que se “violentara el erario nacional” y “que la falta de pago genera mora e intereses. Del Gabinete actual fui quien más denuncias presenté por corrupción”, explicó
“Fui fiscalizada por diputados, autoridades locales y ciudadanos. Mi decisión fue de pagar las obras para beneficio de la población. Viendo la deficiencia de algunas obras, procedí a presentar las denuncias ya conocidas”, explicó.
El presidente Arévalo la destituyó el viernes pasado, por “incumplimiento de instrucciones directas”, tras autorizar el pago a una constructora a cargo de una obra pública.
La exfuncionaria fue citada por el Ministerio Público para que declare en un caso bajo investigación.