Exministro guatemalteco libre por “mal” trabajo fiscal y resuenan alarmas de “corrupción” e impunidad

El cierre del caso de Alejandro Sinibaldi en un caso de corrupción en el gobierno de Otto Pérez Molina, fue, según la jueza, por la falta de sustentación de las pruebas por parte de la fiscalía.

Alejandro Sinibaldi (a la derecha).

El cierre del caso en contra del exministro de Comunicaciones de Guatemala, Alejandro Sinibaldi, por la falta de sustentación de las acusaciones por parte del Ministerio Público, reavivó el sabor amargo de los críticos sobre la corrupción que existe entre actores judiciales, un mal que lleva padeciendo el país por años y que mantiene a la ciudadanía harta por la impunidad.

El exfuncionario, quien fue parte de los acusado en el caso “construcción y corrupción” (en el que habría recibido sobornos) dijo, tras conocerse la resolución judicial, que su defensa utilizó todos los asideros que la ley le permite para ser liberado de acusaciones. Y no es el primer sobreseimiento con el que se beneficia.

El que fuera la mano derecha de Otto Pérez Molina, ha tenido en los últimos cuatro años cuatro liberaciones de cargo y en una más, la resolución fue que no había mérito para ser procesado.

Dijo que las acusaciones en su contra han sido políticas.

Sinibaldi fue ministro de Comunicaciones de Otto Pérez Molina, quien se vio obligado a renunciar a su cargo en 2015 y luego fue condenado por corrupción (ahora está libre tras pagar una millonaria fianza).

Las acusaciones contra Sinibaldi surgieron del Ministerio Público cuando era dirigido por Thelma Aldana, ahora perseguida por su predecesora.

Dijo que la acusación en su contra fue “pésima”, pues carecían de evidencias, aunque en un principio el mismo Ministerio Público anunció tener bien sustentado el caso.

La Jueza Abelina Cruz, del Juzgado de Mayor Riesgo D, fue quien decidió que no había probabilidad de ser demostradas las acusaciones.

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