La incertidumbre y las expectativas en materia agrícola crecen en algunos países centroamericanos ante la llegada de las lluvias, en una temporada que ha sido marcada por el fenómeno El Niño, que ha complicado sobremanera a la región.
Mientras en Guatemala los expertos anticipan un posible retraso del invierno, lo que acentúa los problemas para cosechas, en El Salvador anuncian que ya se está en transición del verano.
“Estamos en la finalización del fenómeno… Todavía no se visibiliza mayo como el mes lluvioso. Habrá lluvias, pero muy atenuantes. Todavía no son propicias. Hasta junio tendremos la presencia del fenómeno de La Niña, lo que nos traerá un cambio de switch de una temporada seca a una temporada muy lluviosa”, explicó Rafael López, de Gestión de Riesgos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación.
El Niño es marcado por la ausencia extrema de lluvia y La Niña por la presencia abundante de esta.
Pero en ambos países coinciden en la instalación formal del invierno para junio.
Temporada de lluvias sobre Guatemala podría retrasarse pic.twitter.com/BHtQh1LEra
— Noti7 (@Noti7Guatemala) April 19, 2024
El Ministerio de Medio Ambiente salvadoreño dijo que el periodo invernal se empezará a instalar en el país a partir del 15 de mayo.
“De acuerdo a las perspectivas climáticas, la época de lluvias será a partir del 15 de mayo de manera escalonada en el pais con un ligero atraso a los primeros días de junio en la zona costera-paracentral del territorio”, de acuerdo a un informe climatológico basado en los reportes del Centro de Predicción Climática de Estados Unidos, que apunta que las temperaturas de los océanos han empezado a disminuir.
Un clima extremo
Centroamérica se ha visto golpeada por los eventos climáticos extremos, como ciclones o sequías, que se han duplicado en lo que va de siglo.
Una investigación realizada por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), en España, y de la Universidad de Évora (Portugal), analizó, mediante 32 parámetros la evolución pasada y las proyecciones previstas de impactos climáticos en esta región.
“Hace medio siglo ecosistemas característicos del Caribe y Centroamérica como los manglares o el bosque seco tropical no solo mitigaban el efecto de los huracanes o las olas de calor, sino que eran capaces de recuperarse, pero con el aumento de su frecuencia e intensidad, cada vez lo tienen más complicado”, dijo, Miguel Bastos Araújo, uno de los autores.
“Nuestras estimaciones apuntan a que aproximadamente el 65 % de la zona estudiada sufrirá en lo que queda de siglo al menos una sequía más intensa y prolongada en el tiempo que las sufridas hasta ahora. A eso hay que sumar el efecto de otros eventos extremos, de ahí que la situación requiera la toma de medidas”, añadió, de acuerdo a información difundida por la agencia noticiosa EFE.
El Niño, que afecta desde el año pasado, complicó no solo el agro en la región, sino también los niveles de los embalses (que en Honduras, por ejemplo, acentuó la crisis energética) y en Panamá complicó la operación del Canal, cuyas autoridades se vieron obligadas a restringir el paso de buques por falta de agua.