El inicio del juicio contra el expresidente Juan Orlando Hernández por narcotráfico, reprogramado para el 20 de febrero, sigue despertando pasiones políticas en Honduras mientras la exprimera dama, Ana de Hernández, trata de vender la idea de que su esposo es una víctima de un complot.
Los miembros del Partido Nacional, del que salió JOH, como le llaman los hondureños, hablan del caso, pero sin profundizar. Los oficialistas en cambio, lo utilizan para reforzar su narrativa de que lo que hubo antes de la llegada de Xiomara Castro al poder, en enero de 2022, fue “un narcogobierno”.
Lo que se pueda develar en el juicio en la corte federal en Nueva York, por supuesto, que tiene nerviosos a muchos.
La verdad siempre prevalece. #ElPoderDeLaVerdad @JuanOrlandoH es #inocente y pronto #volvera. https://t.co/n4fsf8HThe
— Ana García de Hernández (@anagarciacarias) February 13, 2024
Los dos coacusados Juan Carlos “Tigre” Bonilla y Mauricio Hernández Píneda, ambos expolicías, se declararon culpables de delitos de narcotráfico, lo que le complica el escenario al exgobernante.
Hernández fue extraditado a Estados Unidos bajo cargos de tráfico de drogas en 2022; se le acusa de facilitar el contrabando de 500 toneladas de cocaína a cambio de millones de dólares en sobornos.
Su juicio se retrasó porque los fiscales estadounidenses “confirmaron que no habían podido completar la redacción de información clasificada”.
Y aunque hay quienes están convencidos de su inocencia, están los que también no tienen dudas de su culpabilidad.
Una condena le daría gasolina al gobierno de Xiomara Castro para impulsar su discurso de que “la refundación del país”, por medio de la vía socialista, es lo que se requiere.