Cinco días antes de dejar la presidencia de Guatemala, Alejandro Giammattei concedió el permiso para el cambio de operaciones de mina subterránea a una de cielo abierto en la zona fronteriza con El Salvador a una firma canadiense. La mina ha sido denunciada por alto riesgo ambiental tanto por habitantes del municipio guatemalteco de Asunción Mita como por ambientalistas salvadoreños.
La mina Cerro Blanco en Asunción Mita será operada por la firma canadiense Bluestone Resources, que anunció, el 18 de enero, haber recibido el permiso desde el 9 de enero.
La aprobación del EIA de #CerroBlanco implica graves riesgos ambientales, sobre todo para una cuenca transfronteriza. La mina afectará la quebrada El Tempisque, que desemboca en el Lago Güija, y la cual se conecta con el río Lempa; ambos atravesando la frontera con El Salvador. pic.twitter.com/SoRVMdSHMf
— OIE – Observatorio de Industrias Extractivas (@oie_gt) January 23, 2024
En septiembre de 2022, los pobladores de Asunción Mita celebraron una consulta popular sobre la mina y un 88% manifestó su rechazo a la misma, pero el gobierno de Giammattei desconoció el resultado.
Organizaciones ambientalistas salvadoreñas han denunciado que la mina puede tener repercusiones en El Salvador. Según las denuncias, la mina impactaría en la cuenca alta del río Lempa, la principal afluente de El Salvador y del que dependen millones de ciudadanos para proyectos agrícolas, hidroeléctricos, turismo y suministro de agua potable.
Las implicaciones para esa operación minera “implica graves riesgos”, han advertido.
En junio de 2022, el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador, Fernando López, aseguró que la mina Cerro Blanco no solo ponía en peligro los recursos naturales del país, también la soberanía nacional.
López sostuvo entonces que se desconoce el tratamiento de los residuos de la mina que van a parar al río Ostua y estas al lago de Güija, en el departamento de Santa Ana, El Salvador, y al principal afluente salvadoreño: El río Lempa, el más caudaloso del país, fuente de agua potable para gran parte de San Salvador.
Un concejal de San Salvador y candidato a diputado en las próximas elecciones, Héctor Silva, denunció en redes sociales que la mina Cerro Blanco “representa un peligro directo para el agua de El Salvador”.
“El gobierno de Guatemala aprobó el permiso de la Mina Cerro Blanco… esto es grave. La mina se encuentra a 15 kilómetros de la frontera con El Salvador y sus aguas residuales podrían contaminar nuestros ríos y lagos con cianuro y arsénico”, explicó.
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En la última semana del gobierno de Giammattei, el gobierno estadounidense anunció sanciones contra el exministro de Energía y Minas de esa administración, Alberto Pimentel Mata, por corrupción en las concesiones mineras y fue incluido en la Ley Global Magnitsky.
Tres días después de dejar el poder, Estados Unidos sancionó a Giammattei por corrupción significativa.