El promocionado Tren Maya, uno de los proyectos estrella del expresidente de México Andrés Manuel López Obrador, busca siempre expandirse a Guatemala bajo la administración de su sucesora, Claudia Sheinbaum, con la venía del gobierno del guatemalteco Bernardo Arévalo.
Guatemala, con su rica herencia precolombina, también busca formar parte de este ambicioso proyecto, lo que implicaría que la ruta atraviese un tercer país: Belice.
Actualmente, el Tren Maya abarca más de 1,500 kilómetros y cuenta con 34 estaciones en los estados mexicanos de Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo, conectando destacados sitios arqueológicos como Chichén Itzá y Calakmul.
Sheinbaum ha expresado su intención de incluir el transporte de carga en los objetivos del tren, anunciando que el próximo año comenzarán las obras necesarias para este propósito.
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— Tren Maya (@TrenMayaMX) October 9, 2024
Ante la posibilidad de desarrollar una ruta turística y logística, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, ha mostrado interés en unirse al proyecto desde mediados de 2024.
Arévalo planea extender la ruta hacia el norte del país, acercando a los visitantes a sitios mayas de gran relevancia, como Tikal, ubicado en el departamento de Petén.
“Vamos a construir una línea que conecte el Petén con el Tren Maya, que se encuentra en la península de Yucatán. Ya estamos en conversaciones con el gobierno mexicano para recibir apoyo en esta iniciativa”, declaró Arévalo en una conferencia de prensa.
Tikal, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, fue el centro de la cultura maya durante más de 1,000 años y es el sitio arqueológico excavado más extenso de las Américas, rodeado de 576 kilómetros cuadrados de selva.
Su liberación de la vegetación que la cubría tomó 13 años, según la administración del lugar.
El presidente guatemalteco considera viable la extensión del Tren Maya hacia esa región, evaluando dos posibles rutas: una de Chetumal a Flores, atravesando Belice, y otra de Tenosique a Flores.
“Estamos pensando en una línea que baje desde Chetumal hasta Belice, lo que permitiría conectar Guatemala desde Flores, Petén, hasta Belice, siguiendo la carretera ya trazada”, añadió Arévalo.
De concretarse, la línea ferroviaria en Guatemala podría abarcar unos 90 kilómetros sin afectar sitios arqueológicos ni áreas protegidas en la selva maya, conocida como el pulmón de la región.
Si Belice no se une al proyecto, la parada del Tren Maya más cercana a la frontera con Guatemala es Tenosique, a aproximadamente 60 kilómetros de distancia.
Sin embargo, llegar a Flores, donde se encuentran los principales sitios arqueológicos de Petén, requeriría recorrer alrededor de 250 kilómetros.
A mediados de este año, durante una reunión entre el expresidente Obrador y el primer ministro de Belice, Juan Antonio Briceño, se discutieron proyectos de cooperación, incluido el Tren Maya.
Sin embargo, hasta la fecha no se han tomado decisiones concretas al respecto.
La presidenta Sheinbaum reafirmó el 3 de octubre que el proyecto del Tren Maya seguirá adelante durante su gobierno, y que se recibirán más trenes para beneficiar al sureste de México.
A pesar de ello, el proyecto ha enfrentado críticas por su impacto ambiental y cuestionamientos sobre su rentabilidad, con una inversión que supera los $30,000 millones, además de que su construcción, así como la de estaciones y hoteles adyacentes, está a cargo del Ejército.
Con información de la Voz de América