El Ministerio de Hacienda de Costa Rica no quiere dejar ningún rincón sin explorar cuando se trata de recaudar impuestos, ni siquiera los digitales más inesperados.
En una medida que ha despertado curiosidad y revuelo, Hacienda ha anunciado que desde 2026 comenzará a fiscalizar los ingresos generados en plataformas como OnlyFans, Uber Eats y Airbnb, dejando claro que nadie, ni siquiera los creadores de contenido más atrevidos, se escapan del radar tributario.
La decisión se fundamenta en un convenio internacional promovido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que Costa Rica suscribió, y que busca combatir la evasión fiscal en actividades económicas digitales.
Según la resolución MH-DGT-RES-0025-2024, del pasado 10 de febrero, estas plataformas deberán reportar datos clave sobre sus usuarios, incluyendo la identificación de los vendedores, los montos de los pagos y los servicios ofrecidos.
El mismo proceso será aplicado a youtubers, tiktokers y otros generadores de contenido que reciban ingresos en cuentas del sistema financiero de Costa Rica.
Hacienda y la lupa digital
Mario Ramos, director general de Tributación, aseguró que el objetivo de esta medida es “mejorar el control tributario y cerrar la brecha de evasión fiscal”.
Las plataformas tendrán que empezar a recopilar información a partir de enero de 2025, para luego entregarla a las autoridades en diciembre del próximo año y Hacienda aplicar impuestos en enero de 2026.
Entre las plataformas afectadas, destacan las que facilitan entregas de comida, alquileres vacacionales y contenido por suscripción, siendo OnlyFans uno de los nombres que más ha dado de qué hablar.
“No importa si son cenas de lujo o contenido picante, Hacienda quiere su parte”, comentó en redes un usuario denominado “AnarcoCR”, agregando un toque humorístico al reclamo de los generadores de contenido.
¿Privacidad en juego?
La medida ha generado preocupación sobre la protección de los datos personales de los usuarios. Hacienda asegura que implementará estrictas normas de privacidad, aunque el intercambio de información automática con otras autoridades podría inquietar a más de uno.
La medida podría llegar a la Sala Constitucional en busca de protección de datos sensibles si los influencers afectados recurren contra la medida, tal y como algunos han expresado en redes sociales.
Además de mejorar la recaudación, la normativa busca enviar un mensaje claro: las actividades lucrativas digitales también están sujetas a las leyes fiscales.
Si bien algunos usuarios de plataformas como Uber Eats o Airbnb podrían verlo como un recordatorio de sus deberes, otros, especialmente los creadores de contenido en OnlyFans, han expresado dudas sobre cómo será fiscalizada su actividad.
Para Costa Rica, la medida es un paso más en la modernización de su sistema tributario y la adaptación a una economía cada vez más digital.
Mientras tanto, los costarricenses seguirán preguntándose si incluso las estrellas de las plataformas más audaces tendrán que sacar de su bolsa para pagar los tributos o pedirán a sus fans que aporten a la causa.