Investigador conocido como El Cazadictadores dice: “Seguimos documentando los crímenes de Ortega”

Reed Brody, un reconocido investigador de Estados Unidos, continúa investigando los abusos del dictador de Nicaragua.

El abogado estadounidense Reed Brody, conocido internacionalmente como El Cazadictadores por su trayectoria en la persecución de responsables de crímenes de lesa humanidad, habló con DW sobre la situación en Nicaragua, su papel como miembro del Grupo de Expertos de Naciones Unidas (GHREN) y la coyuntura internacional marcada por el retorno de Donald Trump.

Brody, quien ahora investiga los crímenes atribuidos al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, describió el contexto de su conexión histórica con Nicaragua y su compromiso actual con la justicia. “Nicaragua ha estado cerca de mi corazón desde mi primer viaje en 1984 a El Jícaro, un pueblo cerca de la frontera con Honduras donde conocí al sacerdote estadounidense Alfredo Gundrum”, recordó. En aquel entonces, investigó los crímenes cometidos por los “contras”, una guerrilla antisandinista financiada por el gobierno de Ronald Reagan.

“Sentí la responsabilidad de hacer algo. Renuncié a mi trabajo en la Fiscalía de Nueva York y regresé a Nicaragua para investigar”, explicó.

Acusaciones de crímenes de lesa humanidad

En la actualidad, Brody enfrenta una nueva misión: documentar las violaciones cometidas por el régimen de Ortega, señalado por la ONU como responsable de crímenes de lesa humanidad.

“Seguimos documentando los crímenes de Ortega”, afirmó, destacando la importancia de visibilizar estas atrocidades ante la comunidad internacional.

Según Brody, el régimen ha utilizado la represión violenta, detenciones arbitrarias y el cierre de espacios cívicos como herramientas para consolidar su poder.

Desde 2018, Nicaragua ha vivido una profunda crisis de derechos humanos que, según informes de organismos internacionales, incluye torturas, desapariciones forzadas y persecuciones sistemáticas contra la oposición política, líderes sociales y religiosos.

La represión se intensificó tras las protestas de abril de 2018, y desde entonces el gobierno de Ortega ha sido acusado de convertir al país en un estado autoritario.

La debilidad de la justicia internacional

Brody también reflexionó sobre los desafíos que enfrenta la justicia internacional para actuar frente a líderes como Ortega. Calificó como una “debilidad” la incapacidad de los sistemas internacionales para garantizar que los responsables de crímenes de lesa humanidad rindan cuentas. “La lucha por la justicia en contextos como el de Nicaragua requiere una presión constante por parte de la comunidad internacional”, afirmó.

En la entrevista, Brody señaló los riesgos que representan líderes autoritarios en diferentes contextos.

Aunque no mencionó directamente a Ortega y Trump en una misma línea, dejó claro que ambos representan amenazas a los derechos humanos y la democracia desde diferentes ángulos.

“Mi gobierno [Estados Unidos] financió guerrillas que cometieron crímenes durante la guerra fría, un patrón que debemos evitar repetir”, dijo, en referencia a las lecciones históricas que deben tomarse en cuenta ante el resurgimiento de liderazgos populistas y autoritarios.

El compromiso con la justicia

Con más de 40 años persiguiendo a dictadores y genocidas en América y África, Brody subrayó que su trabajo en Nicaragua es parte de un compromiso continuo con los derechos humanos. Anteriormente, impulsó juicios históricos contra figuras como Augusto Pinochet en Chile y Hissène Habré en Chad. Ahora, su enfoque está en garantizar que las víctimas del régimen de Ortega encuentren justicia y que las acciones del gobierno nicaragüense no queden en la impunidad.

“Seguimos documentando los crímenes de Ortega”, reiteró Brody, mientras su labor en el Grupo de Expertos de la ONU avanza como parte de los esfuerzos internacionales para frenar las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua.

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