Israel ha incrementado su presión diplomática sobre Guatemala con el objetivo de repatriar a mujeres y niños israelíes rescatados de la secta ultraortodoxa extremista Lev Tahor, que operaba en territorio guatemalteco. Así lo confirmó la comisión parlamentaria de Inmigración y Absorción del Knéset (parlamento de Israel) este miércoles, citado por el sitio de noticias YNetNews.
En la sesión parlamentaria se informó que el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Saar, sostuvo una conversación directa con su contraparte guatemalteco, Carlos Ramiro Martínez, para abordar la compleja situación legal de las víctimas.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores ha asumido un rol central en el caso de los niños rescatados. Estamos cooperando con múltiples partes y aguardamos aprobaciones clave para brindar asistencia a las familias”, explicó la abogada Meirav Marx, representante de la cancillería israelí.
Según la información revelada en el parlamento israelí, en los próximos días se llevarán a cabo audiencias judiciales cruciales en Guatemala, donde se definirá la posibilidad de repatriar a los niños y mujeres rescatados de la secta, la cual ha sido señalada por presuntas prácticas abusivas y aislamiento extremo de sus miembros.
La comisión legislativa, presidida por el diputado Gilad Kariv, urgió al gobierno israelí a asumir un compromiso más activo y explícito en la protección de sus ciudadanos.
Orit Cohen Amir, representante de las familias afectadas, denunció ante la comisión que Israel no ha hecho una petición formal para el retorno de los menores ni ha definido una política clara al respecto.
“Mi hermano logró sacar niños de la secta con pasaportes falsos, pero el Estado se negó a traerlos de regreso. Junto a otras familias, hemos invertido cientos de miles de shekels (la moneda israelí). Lo que necesitamos ahora es asistencia legal inmediata por parte del Estado”, declaró Cohen Amir.
También indicó que deberá presentarse ante los tribunales en Guatemala como ciudadana israelí para seguir con el proceso de liberación de sus familiares.
El grupo Lev Tahor, fundado en Israel y trasladado posteriormente a países como Canadá, México y Guatemala, ha sido objeto de múltiples investigaciones internacionales por prácticas sectarias, abuso infantil, matrimonios forzados y evasión de controles migratorios.