El jefe del Instituto Nacional de Migración (INM) de México, Francisco Garduño, se enfrenta este viernes a una audiencia judicial en la que lo acusarán por el incendio de un centro de detención en Ciudad Juárez en el que murieron 32 centroamericanos, además de venezolanos y un colombiano.
Garduño sería imputado por el ejercicio ilícito del servicio público, un delito por el que no sería encarcelado.
La Fiscalía de México lo acusa de “incumplir con sus obligaciones de vigilar, proteger y dar seguridad a las personas e instalaciones a su cargo, propiciando los delitos cometidos en contra de los migrantes”.
En la audiencia de este viernes también comparecerá el director de Control y Verificación Migratoria, Antonio Molina.
Una jueza pidió prepararse a la FGR para el caso de que Garduño acepte una conclusión anticipada del proceso, es decir, que pida llevar un procedimiento abreviado o negocie un acuerdo reparatorio con las víctimas para evitar ir a juicio.
Los consulados de Colombia, El Salvador, Venezuela, Honduras y Guatemala serán informados de la audiencia, ya que de esos países provenían los 40 fallecidos y los 25 heridos en el incendio ocurrido la noche del pasado 27 de marzo.
En el incendio murieron 19 guatemaltecos, 7 salvadoreños y 6 hondureños.
Por el momento, 3 funcionarios del centro de detención para migrantes están en prisión de forma provisional. El Salvador considera el incidente como un “crimen de Estado”, pues los encargados de seguridad de la estación dejaron en celdas a los migrantes a pesar del fuego.