La actividad del narcotráfico en la reserva forestal de La Mosquitia, en el caribe hondureño, ha dejado afectaciones en 36 mil hectáreas de bosque, aseguó este domingo el ministro del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Luis Soliz.
Según Soliz, el área más afectada de deforestación en la reserva del Río Plátano, en el área norte.
El funcionario explicó que La Mosquitia ha sido afectada por la deforestación, cambio de uso de suelos, donde en menos de 10 años se perdió el 25 % de la cobertura forestal.
El titular de ICF, aseveró que el cambio de uso de suelo fue motivado por la narcoactividad y el 25 % asciende a 36 mil hectáreas de bosque.
“Los recursos del Estado han dado resultados, pero no son suficientes por la complejidad del asunto, sin embargo en la COP28 logramos el apoyo de organismos cooperantes al Programa Andrés Tamayo”, dijo Soliz.
Resaltó que La Mosquitia tiene una gran importancia para la captura de carbono, y gracias a la intervención de gobierno ha existido una merma en la deforestación en esa zona del oriente hondureña.
Reprochó que en los últimos 10 años se perdió el 25 % de la cobertura forestal en La Mosquitia, por lo que el actual gobierno planteó su política en este ramo en esa zona del territorio hondureño.
Propuso la instalación de juzgados ambientales para perseguir este delito de forma expedita.
Además, Soliz reveló que desde hace 15 años existe la denominada narcocarretera, un tramo que se construye desde Dulce Nombre de Culmí hacia Krausirpi.
“Esta carretera está detenida, la rehabilitan todos los años, y lo que está haciendo el gobierno con los batallones verdes es evitar que se construyan nuevos ramales porque eso trae consigo deforestación en un lugar donde no debería darse”, explicó.
Sentenció que “la carretera que está construida está construida, ahora se estamos trabajando con esas fincas que se establecieron para recuperar el bosque para detenerla. Pero en verano siempre la reconstruyen y ahí es donde organizaciones ambientalistas hablan de la nueva carretera, pero eso no existe, lo que hay es rehabilitación”.
El gobierno hondureño lanzó la semana pasada una iniciativa para rescatar y conservar el mayor bosque del país, la Mosquitia, que es uno de los Cinco Grandes Bosques de Mesoamérica y la segunda selva tropical más grande de Centroamérica. La nueva iniciativa pretende, en parte, acabar con la deforestación y la ganadería ilegal en la Mosquitia.
La Mosquitia, que cruza la frontera entre Honduras y Nicaragua, tiene una extensión de casi 2,1 millones de hectáreas (un territorio del tamaño de Belice o El Salvador). La Mosquitia tiene amplias zonas de bosque primario y es un refugio seguro para varias especies amenazadas, como el tapir, el oso hormiguero gigante, el águila arpía, el jaguar, el mono araña y el ave nacional, la guacamaya roja.