La aduana El Amatillo en El Salvador comenzará a operar integrada a Honduras en noviembre

La migración a una gestión integrada sienta un precedente en la unión aduanera entre ambos territorios.

En noviembre próximo comenzará a operar la aduana El Amatillo entre El Salvador y Honduras como un puesto fronterizo integrado, un hito en la unión aduanera profunda que agilizará el paso de mercancías entre ambos países.

La gestión integrada es solo una aduana, instalada en cualquier país donde coexisten los funcionarios de ambos territorios. Su puesta en marcha mejora la cooperación y comunicación entre las instituciones del quehacer aduanero, elimina la duplicidad de trámites, y hay un control más eficiente de las mercancías y los medios de transporte.

Este modelo es parte de la unión aduanera que inició Guatemala y Honduras en 2017, un proceso al que El Salvador se sumó en 2018 y Nicaragua también ha mostrado su intención de incorporarse.

Actualmente se encuentran en funcionamiento tres puestos fronterizos integrados de los nueve que contempla la unión aduanera: El Poy (El Salvador y Honduras), Valle Nuevo-Las Chinamas (Guatemala y El Salvador) y El Guasaule (Honduras y Nicaragua).

Esta semana, las autoridades de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca) desarrollaron en la Ciudad de Guatemala la quinta ronda para la integración operativa de El Salvador al proceso de integración profunda. Según informó la institución, en las mesas técnicas hubo “avances significativos” para la implementación de la Factura y la Declaración Única Centroamericana (FYDUCA).

En la antesala a la integración, el próximo 17 de octubre comenzará a funcionar en El Amatillo la transición electrónica de la DUCA-F, diseñada para agilizar las mercancías originarias en Centroamérica.

Puesto de C.A. en el comercio mundial 

Centroamérica representa en su conjunto la quinta economía más grande de América Latina y el Caribe, con una población de 52.5 millones de personas. El 65 % corresponde a ciudadanos de entre 15 y 54 años, señala el último reporte del estado de la integración económica, elaborado por la Sieca.

La región tiene exportaciones superiores a los $85,319 millones, de los cuales $46,583 millones corresponden a bienes y $38,734 millones a servicios (como turismo o call center).

La Sieca señala que Centroamérica se encuentra en el top 30 de los proveedores mundiales de instrumentos de medicina, con envíos superiores a $4,300 millones al cierre de 2022. Un renglón donde Costa Rica lleva la batuta y se coloca como el segundo exportador de América Latina, sólo superado por México. 

Además es el tercer exportador mundial de café, con más de $3,800 millones, y el segundo exportador de bananos, con $2,800 millones.

Los países centroamericanos son entre sí sus principales socios comerciales, al menos el 60 % de los bienes que elabora la región se quedan en las plazas locales. Un 17.3 % se exporta a Estados Unidos, un 4 % a la Unión Europea y el resto se dirige a los mercados socios como México, Perú o China.

La integración entre Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua representa el 50.8 % de las exportaciones de toda la región y el 49.7 % del Producto Interno Bruto (PIB).

 

 

 

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