La CIDH pide no cerrar fronteras ni criminalizar la migración irregular

Un reporte que resume las causas de la migración, principalmente en El Salvador, Guatemala y Honduras, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos recomienda un abordaje integral del fenómeno.

Un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre movilidad humana refuerza la importancia de un abordaje integral y profundo de parte de El Salvador, Guatemala y Honduras como estados para ayudar a combatir las causas de la migración del llamado Triángulo Norte de Centroamérica y les insta a garantizar las condiciones de vida mínimas aceptables para frenar el cada vez más complejo problema de la migración.

Además, recomienda “suprimir de la legislación, políticas públicas y prácticas estatales la criminalización de las personas migrantes que se desplazan de manera irregular”, con base en que los migrantes huyen de sus países de origen por causas sociales fuera de su control. 

“En particular, los Estados deben abstenerse de adoptar e implementar medidas tales como el cierre de fronteras, la penalización por ingreso o presencia irregular, la detención migratoria, las deportaciones arbitrarias, difundir o tolerar la difusión de discursos de odio, así como evitar la criminalización de las personas que brindan ayuda y asistencia humanitaria a las personas en el contexto de la movilidad humana”, dice el documento “Movilidad humana y obligaciones de protección: hacia una perspectiva subregional”, que contiene 108 páginas.

Este también resume las condiciones que motivan la migración de millares de centroamericanos (violencia, pobreza, falta de oportunidades) y recomienda “promover la articulación entre todos los Estados de la región para adoptar un esquema de cooperación regional con un alcance integral que permita avanzar hacia una gobernanza migratoria donde se tomen en cuenta las realidades demográficas, sociales y económicas de cada país donde aborda el acceso y la protección de los derechos humanos de poblaciones en movilidad humana en los países del Norte de Centroamérica, México y Estados Unidos”.

Esto coincide con los enfoques que se han adoptado en diferentes instancias en los últimos años, en el que el creciente dilema debe ser abordado “en bloque” y no como se pensó por algún tiempo, como una situación aislada de cada nación.

Por supuesto, señala que se deben erradicar las causas estructurales que generan el desplazamiento forzado de personas. 

“Para ello, los Estados deberán trabajar en aplicación de los principios de responsabilidad compartida y cooperación internacional para mejorar las condiciones en los países de origen y asegurar el ejercicio de los derechos humanos, de modo que estas personas no se vean obligadas a salir de sus países en búsqueda de mejores oportunidades de vida o de protección”. 

Migrantes en la frontera sur de México.

Entre otros puntos, la CIDH señala que Honduras, uno de los países más pobres de la región, es el principal “generador” de migrantes, seguido de Guatemala y El Salvador.

En uno de las mediciones se señala que de 1.73 millones de migrantes que llegaron a la frontera sur de Estados Unidos entre octubre de 2020 y septiembre de 2021, 319,324 eran hondureños, 283,035 guatemaltecos y 96,690 salvadoreños (el resto, de otras nacionalidades), que equivale a decir que el 40 % de los migrantes que trataron de ingresar de manera irregular para buscar “el sueño americano” provenía del Triángulo Norte de Centroamérica.

Esto fue previo a la oleada de migrantes que está ingresando vía Panamá (al menos 390,000 entre enero y medidados de septiembre).

Procedimientos fáciles y ágiles trámites para solicitudes de asilo también son parte de las recomendaciones.

“El informe da cuenta de lo observado por la Comisión sobre cómo los movimientos migratorios se realizan, principalmente, desde los países del Norte de Centroamérica hacia México y Estados Unidos, con un carácter mixto y con diferentes perfiles de personas”, dijo la CIDH en un comunicado. 

“Se resalta que el informe es resultado de la articulación y cooperación interinstitucional entre la CIDH y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)”, añade.

El informe es lanzado en momentos en que Centroamérica vive una avalancha de migrantes irregulares sin precedentes, no solo generada por los países de la región, sino de otras latitudes, incluso de África y Asia, que ven la región como el puente para llegar a Estados Unidos.

 

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