Pese a los esfuerzos de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo por silenciar y borrar de la memoria histórica las masacres de abril del 2018, la nicaragüenses en el exilio y la comunidad internacional se ha encargado de conmemorarse, más allá de las vigiladas fronteras de Nicaragua.
El 18 de abril de 2018 la dictadura de la familia Ortega-Murillo, clavada en el poder desde 2007, ordenó la represión de manifestaciones cívicas que protestaban contra reformas al Seguro Social que afectaban gravemente las pensiones de los jubilados y los trabajadores.
La represión gubernamental, ejecutada por policías y paramilitares, con colaboración del ejército sandinista, provocó al menos 355 muertes y más de 2,000 heridos, así como la comisión de miles de casos de torturas, violaciones, desapariciones, desplazamiento forzado y todo tipo de atrocidades consideradas crímenes de lesa humanidad por Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos.
#Nicaragua: A seis años de las protestas sociales,# CIDH urge a restablecer la democracia, y poner fin a la represión y la impunidad.#DerechosHumanos 👉🏼 https://t.co/zaStUzBgha pic.twitter.com/kvXA7QbSdH
— CIDH – IACHR (@CIDH) April 18, 2024
Para ocultar su baño de sangre y desviar la atención, la dictadura de la familia Ortega-Murillo ha promovido celebraciones partidarias en estas fechas y ha decretado abril “como mes de la paz”; antes habían bautizado el 19 de abril como día nacional del deportista, en venganza a las críticas del expelotero de grandes ligas Denis Martínez contra el régimen.
Antes el día del deportista se celebraba el 29 de julio en homenaje al juego perfecto lanzado en 1991 por Martínez.
En estos días, la dictadura ha obligado a las organizaciones religiosas a emitir comunicados de apoyo al régimen, ha convocado a los trabajadores públicos a marchar y ha exigido a las oficinas públicas realizar actividades partidarias de apoyo a Ortega y Murillo.
En este sexto aniversario de las masacres, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió un comunicado donde reitera y denuncia el estado permanente de represión en Nicaragua.
La CIDH hizo un urgente llamado al régimen de Nicaragua, instando a restaurar la democracia, poner fin a la represión y combatir la impunidad por las graves violaciones a los derechos humanos desde abril de 2018.
La organización recordó que las cifras de al menos 355 muertos, 2,000 heridos y 2,000 detenidos arbitrarios, son conductas que podrían constituir crímenes de lesa humanidad. Casi un millón de nicaragüenses han abandonado el país desde aquella fecha.
La CIDH documenta la persistencia de detenciones arbitrarias, amenazas de criminalización y un clima de persecución y vigilancia, forzando a miles a huir del país.
“La concentración de poder facilitó el debilitamiento institucional, consolidado con la reelección de Ortega en 2021 bajo fraude electoral y represión, que incluyó la detención de candidatos opositores y la cancelación de partidos políticos”, dice el texto.
El cierre del espacio cívico y democrático en Nicaragua se intensifica, con prohibiciones de protestas, cierre de medios y organizaciones civiles, y persecución a la Iglesia católica.
Más de 3,300 organizaciones han sido cerradas desde 2018. La represión se agudiza contra personas indígenas y afrodescendientes, y la celebración de elecciones en la Costa Caribe se ve afectada por ataques armados.
La CIDH instó a Nicaragua y a la comunidad internacional a promover el retorno a la democracia y evitar la impunidad, recordando las obligaciones del Estado conforme al derecho internacional. El organismo continuará monitoreando la situación a través del Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua, reafirmando su solidaridad con las víctimas de violaciones a los derechos humanos y con el pueblo nicaragüense.
En el exterior, mientras tanto, los nicaragüenses conmemorando de varias formas la trágica fecha que se ha prolongado en una grave crisis de derechos humanos hasta la fecha.
En Florida, Estados Unidos, la comunidad nicaragüense recibió el apoyo de la alcaldía de Miami Dade que decretó el 18 de abril como Día de la Libertad Nicaragüense; en Costa Rica, en la capital San José y otras provincias, los nicaragüenses conmemoran con misas, exposiciones, actos solemnes, presentaciones de libros y otros eventos.
En la víspera, en Washington, senadores republicanos y demócratas recordaron la fecha con la aprobación en primera instancia de una nueva ley de sanciones a la dictadura que deberá ser aprobada en un segundo nivel, pero cuenta con el apoyo bipartidista.