Las temperaturas cálidas volverán a romper récord en Centroamérica en 2024

Después de un 2023 con temperaturas récord, este 2024 el fenómeno de El Niño volverá a repetir los episodios de climas extremadamente cálidos.

Las temperaturas cálidas volverán a romper récord en Centroamérica este 2024 debido a la presencia del fenómeno de El Niño, advierte la Asociación Centroamericana Centro Humboldt (ACCH).

En el último boletín climático regional, la asociación revisa las precipitaciones de 2022 cuando se tenía el fenómeno de La Niño y los patrones de calor con el desarrollo de El Niño a partir de 2023.

Los análisis climáticos colocan a 2023 con un 12 % de probabilidad como el año más cálido jamás registrado, así como con un 92 % que se encuentre entre los primeros seis más calientes.

“Generalmente, las mayores temperaturas globales se alcanzan en las fases finales de El Niño, lo que sitúa con altas probabilidades que el 2024 sea un año aún más cálido que el 2023”, añade el boletín.

El análisis destaca que los últimos 10 años han entrado entre los más cálidos registrados en la historia, a pesar de estar bajo la influencia de La Niña. 

La menos contaminante, pero la más afectada

La asociación recuerda que Centroamérica es una de las regiones que menos contamina la atmósfera, con 0.4 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero es una de las más afectadas con el cambio en los patrones del clima.

La región sufre a menudo los impactos del cambio climático adversos extremos, que dejan cuantiosas pérdidas y daños en la agricultura por los prolongados períodos de sequías acompañadas de inundaciones. Además, las altas temperaturas favorecen las condiciones para la propagación de enfermedades transmitidas por vectores, tanto para las plantas, los animales y las personas.

El fenómeno climático de El Niño es un ciclo natural, pero con los altos índices de contaminación se presenta en episodios más severos que duran de nueve meses a tres años. Entre menos dure, más fuerte es su impacto.

La asociación detalla en el reporte que los fenómenos más intensos han ocurrido en 1997 y 2016. Generalmente, la tendencia es que se registre tanto La Niña como El Niño en una década, uno en los primeros cinco años y el siguiente al finalizar el ciclo.

En el boletín se revisan las precipitaciones en el municipio de Huehuetenango, Guatemala, de los últimos 30 años. Este análisis arrojó que el promedio de lluvias entre mayo, junio y julio de 2022 fue un 65 % por debajo de lo esperado. 

En Nicaragua se hizo el mismo ejercicio en el departamento de Chinandega, donde las lluvias iniciaron en abril y se establecieron en mayo de 2022 con un acumulado que superó en un 50 % a la norma histórica.

 

 

 

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