La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció este jueves “un aumento acelerado de los casos de violencia sexual contra las mujeres migrantes principalmente” en la selva del Darién en Panamá.
Las agresiones se han recrudecido en los últimos dos meses, según MSF, que registra “un aumento exponencial en el número de asaltos, lo que indica el empeoramiento de una situación ya de por sí grave”.
MSF instó a las autoridades panameñas a reforzar de inmediato las medidas para proteger a los migrantes.
“En solo una semana de febrero, los equipos de MSF trataron a 113 personas, incluidos nueve niños, después de que fueran agredidos sexualmente por grupos armados que operaban en el Darién. Eso está cerca del número total de personas tratadas durante todo el mes de enero: 120. Estas cifras son el doble del promedio mensual tratado en 2023, cuando 676 personas fueron tratadas durante todo el año”, informó MSF.
El Darién se ha convertido en una ruta de tráfico y comercio por la que miles de migrantes pasan cada año para llegar a América del Norte. El año pasado, el gobierno panameño registró más de medio millón de personas cruzando el Darién, un número sin precedentes.
Las cifras registradas por los equipos de MSF en la región en las últimas semanas muestran un aumento acelerado de los casos de violencia sexual contra las mujeres migrantes principalmente (pero no solo), así como un aumento de la violencia, la brutalidad y la crueldad contra los grupos de migrantes
“Estos crímenes escandalosos están en aumento y, lo que es peor, a nadie parece importarle”, dijo Luis Eguiluz, jefe de misión de MSF en Panamá y Colombia.
“No vemos mucho cambio en la impunidad con la que operan los atacantes… Vemos una completa falta de acción para abordar la situación o ayudar con sus consecuencias”, subrayó Eguiluz.
Los migrantes han sido testigos de los asesinatos de aquellos que se negaron a cumplir con las órdenes de los grupos armados, que se aprovechan de la vulnerabilidad de las personas para robarles todas sus pertenencias y abusar de ellas.
“Este aumento en el número de ataques es inimaginable”, subrayó Eguiluz quien recordó que la organización ya había tratado a un número muy alto de personas en diciembre y enero, y se habló de muertes ocasionales.
“Pero ahora, en estos últimos ataques, el nivel de brutalidad es extremo: los hombres armados están deteniendo a grupos cada vez más grandes de migrantes, entre 100 y 400 personas, amenazándolos, agrediéndolos, abusando sistemáticamente sexualmente de las mujeres, frente a otros migrantes e incluso frente a sus familias e hijos. En un episodio reciente, varios migrantes nos contaron cómo aquellos que se negaron a cooperar fueron asesinados a tiros”, explicó el jefe de MSF.
MSF renovó el llamado a las autoridades panameñas “para que redoblen sus esfuerzos para proteger a las personas más vulnerables de su territorio, especialmente en el Darién”.
“Muchos de ellos son familias, mujeres y niños en situaciones desesperadas. Es inaceptable que esto siga sucediendo”, agregó la misión que ha estado proporcionando servicios médicos y psicológicos en el Darién desde abril de 2021.
La Defensoría del Pueblo presentó hace una semana una denuncia ante el Ministerio Público tras las denuncias de MSF.