La comunidad migrante en Costa Rica, conformada en gran parte por nicaragüenses, venezolanos y ecuatorianos, vive una creciente incertidumbre ante la victoria electoral de Donald Trump, quien ha prometido revisar y posiblemente eliminar el programa Movilidad Segura.
Esta iniciativa, lanzado por la administración de Joe Biden en 2023, fue concebida para reducir la presión en la frontera sur de Estados Unidos, ofreciendo una vía segura para los solicitantes de asilo en América Latina.
Sin embargo, las promesas de Trump de endurecer las políticas migratorias han generado temor en quienes ven esta plataforma como su única opción para escapar de la violencia y la represión en sus países de origen.
Un programa clave para miles de refugiados
Movilidad Segura ha sido una alternativa crucial para más de 75,000 migrantes que ingresaron a Costa Rica antes del 12 de junio de 2023, en busca de refugio y estabilidad.
Recientemente, la administración Biden extendió el plazo de admisión para aquellos que llegaron antes del 14 de septiembre, permitiéndoles solicitar refugio hasta diciembre de 2025.
Además amplió sus servicios de procesamiento en Guatemala, con apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para las personas refugiadas (Acnur).
Sin embargo, las demoras en el procesamiento, sumadas al anuncio de Trump de acabar con este tipo de programas, han sembrado el miedo en esta comunidad vulnerable, que ya vive en condiciones de precariedad.
Reacciones en redes sociales y plataformas de mensajería
En redes sociales como X, Facebook e Instagram, así como en grupos de WhatsApp y Telegram, los migrantes comparten sus temores y frustraciones.
En X, un usuario “NicaAzulyBlanco” comenta: “No puedo dormir pensando que nos van a quitar lo único que nos daba un poco de esperanza”.
Otro migrante en un grupo de WhatsApp expresa creado entre quienes han ingresado al proceso, comentó: “¿Alguien ha logrado comunicarse con la OIM? Nos tienen abandonados, y Trump solo quiere hacer las cosas más difíciles”.
Según diversos migrantes en San José, Costa Rica, las líneas telefónicas de OIM regional se encuentran saturadas desde el anuncio de la victoria de Trump, en busca de respuestas.
Las plataformas se han convertido en espacios de contención y desahogo donde migrantes nicaragüenses y de otros países latinoamericanos expresan sus dudas y desesperación.
Carla, quien llegó a Costa Rica huyendo de la represión en Nicaragua, compartió en Facebook: “Trump va acabar con Movilidad Segura. ¿Entonces, a dónde vamos a ir? Nos persiguen en nuestro país y tampoco nos quieren allá”.
La preocupación también alcanza a los familiares de los migrantes que permanecen en Nicaragua.
Rosa, hermana de un solicitante de asilo en Costa Rica, cuenta desde Managua: “Para mi hermano esto era la última esperanza. Nos dicen que tal vez todo el esfuerzo que hizo para salir será en vano. La familia está muy preocupada”.
Solicitudes de acción internacional
El llamado se extiende a la comunidad internacional, con voces anónimas y especialistas solicitando que se garantice la protección de estos migrantes.
Una abogada nicaragüense en Costa Rica, especializada en derechos humanos, comentó: “Si eliminan el programa, miles de personas quedarán sin protección. La comunidad internacional debe actuar ahora para asegurar que estos derechos sean respetados”.
La situación para estos migrantes sigue en suspenso, mientras el cambio de administración en Estados Unidos podría marcar el destino de miles que dependen de políticas de refugio y protección humanitaria para lograr una vida libre de persecución y violencia.