El nuevo ministro de Seguridad Pública de Costa Rica, Mario Zamora, un conocido en el puesto, dijo que su misión es controlar un “incendio localizado” que amenaza con hacer arder toda la casa, el país, y que su meta es llevar a la “normalidad” la tasa de homicidios, refiriéndose a 10 por cada 100,000 habitantes.
En una entrevista al Semanario Universidad, de la Universidad de Costa Rica, el funcionario reconoció que los escandalosos índices históricos que afronta el país (656 el año pasado y casi 300 en lo que va de 2023), no ameritan imponer un estado de excepción, como lo han pedido popularmente, aunque dijo que es comprensible que la ciudadanía esté asustada.
“Tenemos una situación en rojo localizada en un cuarto de la casa que amenaza con incendiar la totalidad de la casa si no intervenimos inmediatamente”, dijo.
“En rojo y en solo una parte de la casa, porque hoy los homicidios ejercidos a través del sicariato están centrados en un ámbito de actividad criminal, que es el narcotráfico y además ejercidos todavía en espacios territoriales”, agregó.
El gobierno ha sostenido que el alto índice de asesinatos está ligado a bandas de narcos que pelean por territorios para contrabandear y vender la droga.
Sin embargo, especialistas sostienen que son pequeñas bandas y no carteles, como los que operan en México y en Guatemala y Honduras.
Zamora acepta que el país no hizo la tarea en seguridad pública y abandonó muchos esfuerzos a través de los años, como la reducción de presupuestos para la policía.
“Como sociedad creo que cometimos un error: los logros que se materializaron en combate a la criminalidad entre el 2011 y el 2014, fueron premiados con una reducción absoluta de los recursos públicos hacia el Ministerio de Seguridad (unos $112 millones menos)… como si el médico dijera ‘el cáncer ya está controlado, no venga por más tratamiento’”, explicó.

Y aunque el abordaje del problema de inseguridad aparenta ser diferente al mostrado por el presidente Rodrigo Chave, Zamora dice que tiene luz verde para desarrollar su política y hasta habla de unificar comunicación con otras instituciones involucradas en la temática, pero que es algo que en todo un año no se ha hecho.
Su meta, insistió, es que “el problema de la inseguridad no aparezca entre los primeros 5 problemas de los costarricenses”.
Zamora ocupó el mismo cargo que le dieron hace apenas unos días de 2011 a 2014, en el gobierno de Laura Chinchilla.