Los obispos católicos costarricenses pidieron oraciones para restablecer la paz en su país ante “una verdadera emergencia a causa de la violencia y criminalidad”, que ha llevado al país centroamericano a niveles inéditos de homicidios y otros delitos.
“Cuando en nuestro país atravesamos una verdadera emergencia a causa de la violencia y criminalidad que, sin precedentes, nos golpea a todos, debemos volver nuestra mirada al Señor Resucitado e implorar su presencia en medio de nosotros para que restablezca la paz en Costa Rica”, dijeron los obispos en un mensaje tras la Pascua de Resurrección.
“Nuestra nación atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia por la cantidad de asesinatos que enlutan a nuestras familias, por la violencia que ha penetrado en todas nuestras comunidades y por el temor que se ha apoderado de la sociedad”, subrayan los obispos.
La jerarquía católica costarricense reconoce que “los desafíos son enormes y solamente mediante una gran reconciliación nacional que incluya, como es de suponer, diálogo sincero y efectivo, que abarque a todos los sectores, muchos hoy opuestos entre sí por razones políticas o ideológicas, se podrán construir verdaderos caminos para la paz y la concordia”.
Esta no es la primera vez que los obispos abordan el tema de la violencia. En febrero, durante la asamblea plenaria de la conferencia episcopal, los obispos hicieron “un fuerte llamamiento a todas las autoridades de la nación” para poner fin a esta tragedia e iniciar “un diálogo serio y concreto” para combatir la violencia.
En marzo, la embajada de los Estados Unidos en Costa Rica emitió una nueva alerta de seguridad para Costa Rica debido al “aumento de los niveles de delincuencia, en particular de delitos violentos, en Costa Rica y específicamente en San José”.
Las cifras de homicidios en Costa Rica se han incrementado en más del 40% en los primeros tres meses y medio del 2023, en comparación al mismo periodo del 2022. El gobierno de Rodrigo Chaves ha reconocido el incremento de homicidios pero ha culpado a exfuncionarios y medios de comunicación de inventar una crisis de seguridad.