Los obispos católicos de América Central manifestaron este jueves su preocupación por la “dura realidad” de la región y “por la fragilidad de nuestras democracias” y la migración.
Los prelados están reunidos en la Ciudad de Panamá para celebrar la LXXX Asamblea del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC), con la participación de 52 obispos.
“Sentimos profundo dolor ante la dura realidad social, política y económica de la región, marcada en particular por la pobreza y la desigualdad, por la fragilidad de nuestras democracias y el estado de derecho, por el creciente fenómeno migratorio hacia el norte y otros países”, dijeron los obispos en un pronunciamiento divulgado el jueves.
El pronunciamiento de obispos también manifestaron su preocupación por “la polarización ideológica y muchas veces también religiosa”
“La situación de Centroamérica es reflejo del complejo panorama internacional con sus consecuencias para nuestras economías y la paz social pero sabemos que los tiempos difíciles son también oportunidades para fortalecer nuestra fe y vida cristiana, por lo que encontramos motivos para la esperanza que nos alienta”, señalan los obispos.
“Vemos en Centroamérica una iglesia que camina, que crece, pobre, sufriendo y modesta en sus medios ante la cantidad de problemas y desafíos que la acechan”, agrega el pronunciamiento del SEDAC.
Los obispos también hicieron una mención a lo que llamaron “el testimonio valiente y de comunión de la Iglesia en Nicaragua, a la cual manifestamos nuestra solidaridad con la oración y cercanía”.
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha desatado una feroz persecución contra la Iglesia Católica en Nicaragua y ha expulsado al Nuncio Apostólico del Vaticano, ha encarcelado al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez y otros ocho sacerdotes, además de diáconos, seminaristas y laicos. También obligaron al exilio al obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez y más de una docena de sacerdotes.