El gobierno panameño impondrá multas de hasta $5,000 a los extranjeros que ingresen de manera irregular al país, en un notable endurecimiento de las políticas migratorias del gobierno de José Raúl Mulino, aquejado por una ola de migración ilegal sin precedentes en el país centroamericano.
Mulino ordenó el Decreto Ejecutivo No. 194, publicado el viernes en La Gaceta del Estado y que a partir de ahora advierte que quienes violen los puestos de control migratorio enfrentan multas que oscilan entre mil y cinco mil dólares, dependiendo de la gravedad de la infracción.
El decreto, publicado el 25 de octubre de 2024, establece la nueva infracción migratoria No. 14 de Violación de Puesto de Control, en un intento por combatir el creciente flujo migratorio irregular a través de la selva del Darién, un fenómeno que ha alarmado a las autoridades.
Durante el 2023, un total de 520,085 migrantes cruzaron ilegalmente la selva de Darién, de estos 120 mil fueron menores de edad, según cifras del Ministerio de Seguridad Pública de Panamá.
Mulino ha impuesto una serie de medidas contra el tráfico ilícito de personas y ha firmado un acuerdo con Estados Unidos para vuelos de deportación de extranjeros.
Desde la firma del memorando de entendimiento para el manejo de la migración irregular, el gobierno de Estados Unidos ha destinado $1,14 millones a operaciones aéreas en Panamá, enfocadas en deportaciones.
Hasta la fecha, este acuerdo ha permitido la ejecución de 19 vuelos chárter y 4 pasajes en vuelos comerciales, resultando en el retorno de 787 personas.