Panamá incauta 6.7 toneladas de aletas de tiburón que serían exportadas a Asia

Una ciudadana china financiaba la operación, según las autoridades panameñas.

Una imagen difundida por la Procuraduría General panameña muestra cómo almacenaban las aletas de tiburón.

Autoridades panameñas se incautaron el jueves 6.79 toneladas de aletas de tiburón y capturaron a cinco personas que formaban parte de una banda que pescaba, comercializaba y exportaba esta especie protegida.

“Esta investigación inicia a mediados de enero cuando se recibe información relativa a la pesca, comercialización y exportación de aletas de tiburón, una especie protegida. Se realizaron diez diligencias de allanamiento que permitieron descubrir como este grupo criminal había almacenado más de 6.7 toneladas de tiburón, la mayoría de ellas ya deshidratas y listas para ser exportadas, dejaron al descubierto cinco personas para la pesca y negociación de este material animal de una especie protegida”, informó el  Procurador General de Panamá, Javier Caraballo Salazar.

Según el procurador, los cinco detenidos serán acusados por delitos contra la seguridad colectiva, delitos contra el ambiente, delitos contra la vida silvestre y delincuencia organizada. Las cinco personas son nacionalidades colombiana, china y nicaragüense.

Las aletas eran entregadas a una ciudadana china que financiaba la actividad, otras dos personas las embalaban y las llevaban a una finca en Capira, donde eran procesadas.

En la denominada operación “Shark” además permitió la incautación de un contenedor de 40 pies, ubicado en la Comunidad de La Pita en Capira, en la provincia de Panamá Oeste.

Las diligencias de allanamientos y registros se ejecutaron en Albrook, Condado Del Rey, Mercado del Marisco, Farallón y Capira.

En Europa el kilo de aletas de tiburón tienen un costo de aproximadamente 100 a 120 euros, mientras que en los países asiáticos un kilo de aletas de tiburón puede alcanzar más de 1,000 dólares.

Entre los indicios confiscados están una pistola con permiso vencido, documentación de transferencias bancarias, además de la ubicación de un centro clandestino de almacenamiento y embalaje para el trasiego internacional de estas especies marinas entre otros indicios vinculados a esta organización criminal contra el ecosistema marítimo.

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