Periodistas nicaragüenses se manifiestan contra represión del régimen Ortega-Murillo

En un país donde el periodismo independiente es criminalizado, los comunicadores exigen respeto a sus labores.

Desde 2018, la dictadura de Daniel Ortega intensificó la represión y persecución contra los periodistas.

Con motivo del Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) reafirmó su compromiso en la lucha contra todas las formas de violencia ejercidas contra las mujeres, enfatizando en particular las dificultades que enfrentan las periodistas y comunicadoras en Nicaragua.

Este compromiso se ve intensificado por las condiciones adversas bajo las cuales trabajan estas profesionales, resistiendo a la censura y persecución estatal, así como a la violencia machista en la sociedad, dijo la organización en un comunicado.

En el contexto de una Nicaragua bajo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, ser periodista implica enfrentar riesgos significativos.

Según un informe de la Fundación por la Libertad de Expresión y Democracia (FLED), la realidad de la represión y la violencia contra la prensa ha aumentado considerablemente en el último trimestre.

Este informe destaca el miedo de las víctimas a ser identificadas, lo que ha resultado en una disminución de las denuncias.

El Observatorio de Agresiones a la Prensa Independiente de PCIN ha registrado 78 casos de violaciones a la libertad de prensa hasta octubre de 2023, con 23 de estos casos afectando a mujeres.

Estos datos reflejan los altos riesgos que enfrentan las mujeres en Nicaragua por ser periodistas, en un entorno donde el ejercicio de la comunicación social se ve severamente restringido.

Además, las periodistas nicaragüenses en el exilio se enfrentan a realidades complejas que incluyen violaciones de sus derechos humanos, así como dificultades económicas y migratorias.

En febrero de 2023, el régimen de Ortega y Murillo llevó a cabo acciones que resultaron en el destierro y la desnacionalización de 316 personas, incluyendo a siete mujeres periodistas.

PCIN también recordó el asesinato de la periodista María José Bravo Sánchez en 2004, subrayando que las condiciones actuales en Nicaragua no son diferentes de aquellas que llevaron a su muerte.

Bravo Sánchez fue asesinada mientras cubría las protestas sociales en el contexto de elecciones municipales, un evento que resalta la continua hostilidad del régimen hacia la prensa independiente y los derechos ciudadanos.

En este Día Internacional Contra las Violencias hacia las Mujeres, PCIN se une a la lucha global contra todas las formas de violencia hacia mujeres y niñas, reconociendo los desafíos diarios que enfrentan las mujeres en Nicaragua y en todo el mundo.

La situación en Nicaragua destaca la necesidad urgente de apoyar y proteger a las periodistas y comunicadoras, quienes juegan un papel crucial en el mantenimiento de la libertad de expresión y la democracia en el país.

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