El Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (Calidh) pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, medidas cautelares “urgentes” para el obispo nicaragüense condenado a 26 años de cárcel por la dictadura Ortega-Murillo, Rolando Álvarez.
Según el organismo, el régimen de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, quien es la vicepresidenta, viola los derechos fundamentales del religioso, quien se negó a salir despatriado junto a 221 presos políticos y un día después fue sentenciado por “traición a la patria”.
Externa, además, su preocupación no solo por los atropellos a los que ha sido sometido el obispo de Matagalpa, sino también por su estado de salud, que se estaría deteriorando significativamente por las condiciones en que sería mantenido en una cárcel de Nicaragua.
En un comunicado, Calidh pide que el caso del religioso, un potente crítico de Ortega y su esposa, sea remitido a consideración de la Corte Interamericana de Derechos Humanos ya que con el encarcelamiento la dictadura ejerce un patrón de “censura, castigo y venganza por su voz activa contra las violaciones de derechos humanos”. Monseñor Álvarez ha mantenido sus duros cuestionamientos contra el régimen desde abril de 2018, cuando iniciaron las represiones sistemáticas contra quienes protestaban contra el gobierno.
“Se solicita a la Comisión dicte medidas cautelares urgentes por su preocupación ante el seguro deterioro acelerado de su salud física y psíquica del prelado, quien actualmente se encuentra aislado en la cárcel la Modelo como una forma de tortura, trato cruel e inhumano”, señala la denuncia que firma el presidente del organismo Jorge Mamani.