Autoridades meteorológicas de Guatemala y El Salvador emitieron avisos de alerta ante la alta concentración del polvo del Sahara, un fenómeno que según proyecciones satelitales, afecta toda la región desde México hasta Panamá, incluyendo el Caribe.
Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) de Guatemala, la entrada de una nueva masa de polvo proveniente del Sahara en territorio guatemalteco empezó a percibirse desde el jueves.
Los expertos del Insivumeh advirtieron que la masa de polvo afectará principalmente en los departamentos de Petén, Izabal, El Progreso, Alta Verapaz, Baja Verapaz y Zacapa, al norte y oriente del país.
El Insivumeh recomendó evitar la exposición al sol y el uso de mascarillas especialmente para aquellos que padecen de enfermedades respiratorias.
En el vecino El Salvador, el ministro de Medio Ambiente, Fernando López, anunció que este viernes el país se verá afectado por “un incremento en las concentraciones del Polvo del Sahara”.
“Esta condición intensifica la sensación térmica y el ambiente brumoso, reduciendo la visibilidad, tornándose opaco y rojizo al atardecer y amanecer”, dijo López, quien señaló que por el momento, los parámetros de concentración del Polvo del Sahara se mantienen dentro de la norma.
“Estemos pendientes de este fenómeno y tomemos las precauciones necesarias. Desde nuestro Observatorio de Amenazas, mantenemos un monitoreo constante para informar ante cualquier cambio”, subrayó López.
Según una proyección de la Agencia estadounidense del espacio (NASA) la nube de polvo del Sahara ingresaría desde el pasado martes a Centroamérica, con mayores concentraciones (100 microgramos por cm³) sobre Nicaragua, el oriente de El Salvador y mitad oriental de Honduras.
Autoridades meteorológicas de México, República Dominicana y Puerto Rico han confirmado la presencia del polvo del Sahara en la última semana. El Estado norteamericano de Florida también ha resultado afectado.
El polvo del Sahara es una masa de aire seca que llega al continente americano desde África, puede tener consecuencias sobre los seres humanos debido a que afecta la calidad del aire y complica a las personas con problemas respiratorios, además de causar irritaciones en la piel y ojos.