Presidenta Xiomara Castro dice que su “refundación” de Honduras va por el camino correcto

Fiel al discurso de izquierda y enfundada en chaqueta roja, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, rechazó los señalamientos de Ia oposición y sostuvo que su gobierno avanza “por el camino correcto”, a pesar de que los índices de pobreza se mantienen y que la violencia es uno de los principales problemas de la sociedad.

Flanqueada por su marido, Manuel Mel Zelaya, y su hijo y secretario privado, Héctor Manuel Zelaya, la mandataria  recurrió “al manifiesto” para ponderar su trabajo. 

“Nadie puede negar que vamos por el camino correcto contra la corrupción y haciendo patria. Defendimos el sistema democrático y el estado de derecho y ganamos contundentemente las elecciones”, dijo.

Pidió además apoyo al Congreso, controlado por su partido y aliados.

“Debemos apoyar la junta directiva del Congreso Nacional y les solicito aprobar el proyecto de la Ley de Justicia Tributaria”, añadió, en referencia a un ajuste que es considerado por los empresarios y la oposición como un paquetazo que generará desempleo, porque le retira varios incentivos a los inversores. 

“Rechazamos lo bloqueos, las sanciones e injerencias imperiales en contra de nuestro pueblo, somo una zona de paz”, añadió mientras recibía su baño de pueblo, aplaudida por los colectivos de Libre, el partido que fundó junto a su esposo, el depuesto Mel, y que la llevó hasta el Ejecutivo.

Dijo, además, que condena “toda forma de terrorismo”.

En su “manifiesto” hubo espacio para aplaudirse, para condenar a Israel, rechazar las políticas estadounidenses, pero no entró la crisis que mantienen postrado al Congreso, los elevados índices de violencia, los alarmantes feminicidios ni los enormes problemas que afronta la nación más pobre de Latinoamérica por una crisis energética que le mantiene postrada ni el nepostismo que le achacan.

El discurso de segundo aniversario de Castro fue dado en el Bulevar Suyapa, de Tegucigalpa, que el gobierno mandó cerrar para la actividad.

Mientras tanto, el exaliado de la presidenta, Salvador Nasralla, primer designado presidencial, la acusó de ser una “falsa comunista”.

“Se hacen los comunistas para convertirse en ricos y burgueses y tener el reconocimiento social que nunca tuvieron”, dijo en redes sociales.

“Esto es lo que ha vivido Honduras en las elecciones de las cuales tengo recuerdo. Mentirosos (preocupados de darle trabajo y negocios a su familia y amigos)… ya ven como con un poco de poder y acceso al dinero los que parecen buena gente se dan vuelta en lo plano”, añadió.