José Raúl Mulino, el presidente panameño, trató de poner en su lugar al prófugo de la justicia más célebre del país, Ricardo Martinelli, en un cruce de opiniones en redes sociales debido al mal servicio energético que tiene la nación centroamericana y las multas impuestas a las distribuidoras.
El exmandatario Martinelli, refugiado en la embajada de la dictadura de Nicaragua para evitar la cárcel por una condena por lavado de dinero, criticó las sanciones a las compañías distribuidoras de energía, por medio de un mensaje en la red social X.
Mulino, su ahijado político, su exministro de Seguridad y quien fue su compañero de fórmula, le respondió con un post: “Esas multas responden a un incumplimiento y las autoricé yo. Si vamos de mal en peor es cuestión de criterios. Estoy trabajando honestamente por cumplir con todo el país. ¡Lo lamento por ti!”.
Martinelli continuó con el tema y, en tono de disculpa y explicación, dijo que se trató de un error en la redacción de su mensaje cuando se refirió a que las multas no las terminaría pagando la compañía sancionada, sino los consumidores.
“Yo Apoyo 100 % la labor del gobierno del presidente Mulino y los cambios hechos, con trabajo arduo y la honestidad la estamos viendo todos, con las acciones tomadas en el gobierno”, agregó Martinelli, el millonario empresario condenado a 10 años de prisión por un escandaloso fraude de dinero público para la compra de una casa editora.
Él fue presidente de Panamá de 2009 a 2014. Siendo un hombre de derecha, ahora goza de asilo político de la dictadura izquierdista de Daniel Ortega y vive refugiado en la embajada nicaragüense.
Para Mulino el mal servicio energético en Panamá es un punto de honor y en varias ocasiones se ha quejado por los constantes apagones en el país.