El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció este jueves una disminución del 5% en los índices de inseguridad en las provincias de Colón y San Miguelito, aunque sostuvo que la situación sigue siendo preocupante, lo que le ha llevado a considerar la implementación de un toque de queda genera.
El actual toque de queda, que se aplica exclusivamente a menores de edad, ha generado un debate sobre su efectividad. En respuesta a la persistente violencia y criminalidad, el gobierno está evaluando la posibilidad de establecer uno “para todos” a partir de las 9:00 de la noche, afectando a toda la población.
Esta medida busca restringir la movilidad nocturna en un intento por reducir los delitos.
“Soy consciente de que esta decisión puede generar críticas, especialmente de propietarios de restaurantes y abarroterías que podrían verse afectados. Sin embargo, debemos hacer sacrificios para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos en estas provincias que enfrentan serias complicaciones”, afirmó durante su conferencia de prensa semanal.
El toque de queda para menores está vigente desde septiembre de este año en las 2 provincias, afectadas por la guerra entre pandillas.