Presidentes centroamericanos envían mensajes de amor y esperanza por la Navidad

En medio de las vicisitudes propias de la región, marcadas por las violaciones a los derechos humanos y la pobreza, los mandatarios dedicaron mensajes de bienaventuranza por la festividad.

Los gobernantes centroamericanos aprovecharon la víspera de la Navidad para enviar mensajes de “paz y amor” a los ciudadanos de sus respectivos países, incluso el dictador de Nicaragua, que reprimió casi cualquier expresión popular y tradicional de la Iglesia Católica y sus opositores, se atrevió a decir que es la temporada para caminar entre esperanza y fe en Dios.

El primer ministro de Belice, John Briceño, en un video que compartió en redes sociales, dijo que la “Navidad es tiempo de reflexiones y gratitudes”.

“Es un momento apropiado para hacer una pausa, celebrar y compartir el amor con familiares y amigos”, dijo.

“Juntos estamos construyendo un nuevo país, el otro año tenemos que seguir transformándolo”, dijo por su parte el popular Nayib Bukele, de El Salvador, quien está de licencia durante 6 meses para dedicarse a su reelección, algo casi seguro pero muy cuestionado por la oposición.

En su mensaje, también compartido en redes sociales, Nayib aparece con su esposa, Gabriela y sus dos pequeñas hijas.

En Guatemala, Bernardo Arévalo, quien ha pasado los últimos meses sorteando una tormenta política en su contra y con un Ministerio Público encabezando lo que ha sido catalogado internacionalmente como un intento de golpe de estado, externó la importancia de disfrutar las fiestas en unión familiar.

“Este año no ha sido fácil, pero hoy tenemos la oportunidad de llenar nuestros hogares de esperanza y optimismo”, se le escucha decir al progresista que asumirá la presidencia el 14 de enero próximo, mientras es acompañado por su esposa, hijos y nietos, mientras recorre ventas de artículos de temporada y es abrazado por ciudadanos.

En el video, incluso, se miran sus guardaespaldas.

Y el dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, quien este año desterró ciudadanos, echó del país a religiosos, embargó propiedades y cuentas bancarias de la Iglesia Católica y hasta arrestó a dos monseñores más, mientras mantienen en la cárcel al obispo Rolando Álvarez, dijo que se unen “para bendecir y agradecer, para alabar al Padre, a nuestra Madre María y celebrar al redentor”.

Aunque en su comunicado no cupieron líneas explicando por qué las continuas violaciones a los derechos humanos, los motivos de las prohibiciones de las procesiones de Semana Santa y las posadas navideñas, sí cupieron los mensajes al estilo de los manifiestos de la izquierda “histórica”.

“Nuestro abrazo fraternal, lleno de esperanza y alegría entre las asperezas, desafíos y deberes, de todas las batallas y con el ineludible deber de renacer”, se lee en el comunicado que también firma su esposa, Rosario Murillo, a quien acusan de ser la mente perversa de la dictadura. Ella es la vicepresidente del país.

Exit mobile version