Desde hace una semana, las calles de la ciudad de Guatemala y de varios municipios del departamento se han visto afectadas por la acumulación de basura debido a la protesta de un grupo de recolectores, conductores de camiones y “guajeros” inconformes con la implementación del nuevo reglamento de residuos y desechos sólidos. Ante esta situación, el gobernador departamental, Mauricio Benard Alvarado, hizo un llamado al diálogo y a la colaboración para encontrar soluciones conjuntas.
La medida, que entró en vigencia el pasado 11 de febrero, obliga a los ciudadanos a clasificar sus desechos en tres categorías: orgánicos, reciclables y no reciclables.
Lamento la actitud del grupo de recolectores y recicladores inconformes ante el nuevo reglamento de residuos y desechos sólidos. Con esta posición pretenden condenar al país al atraso y a la falta de modernización.
Hago un llamado al diálogo, a ampliar su visión y a tomar…
— Mauricio Benard Alvarado (@BenardAlvarado) February 18, 2025
Sin embargo, los trabajadores del sector han manifestado su descontento mediante bloqueos en los principales vertederos del país, como el de la ciudad de Guatemala y el de la ruta al Pacífico, así como protestas frente al Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) en la zona 13.
Ante el impacto que estas movilizaciones han tenido en la recolección de desechos, el gobernador Benard lamentó la postura del sector inconforme y destacó la necesidad de avanzar en la modernización del sistema de gestión de residuos.
La gremial de recolectores, representada por Rudy Romero, señaló que la responsabilidad de la gestión de residuos recae en las municipalidades, asegurando que el 60 % de la basura en el país proviene de basureros clandestinos sin regulación.
Además, insistió en que los recolectores ya realizan una parte del proceso de separación de los desechos, por lo que exigen mayor claridad en la implementación del nuevo reglamento.
En tanto, la acumulación de desechos en las calles sigue generando preocupación entre los ciudadanos, quienes enfrentan el impacto de un conflicto que aún no tiene una solución clara a la vista.