No hay combustible, la producción agrícola se pudre, no hay transporte colectivo y ahora, unos 600 negocios formales han pedido al gobierno la autorización para reducir las jornadas de sus empleados o, en el peor de los casos, la suspensión de los contratos para despedirlos. Las protestas están ahogando a Chiriquí, una de las provincias panameñas más golpeadas por la crisis derivada de las protestas por el contrato minero estatal.
El presidente de la Cámara de Comercio de Chiriquí, Jorge Tovar, confirmó a TVN Noticias que los empresarios ya no saben qué hacer ante la reducción de sus actividades por los cierres de calles y carreteras.
“Hay más de 600 solicitudes al Ministerio de Trabajo, entre reducción de jornada y suspensión de contrato, por un fenómeno que nosotros como sociedad esperábamos no tener que volver a sufrir”, dijo.
"1,500 personas están pensado que van a hacer la próxima semana" Jorge Tovar, presidente de la Cámara de Comercio de Chiriquí #NoticiasTVN pic.twitter.com/bC9k5OxCET
— TVN Noticias (@tvnnoticias) November 17, 2023
“Es inevitable, no es el propósito ni el ímpetu de la Cámara y sus asociados el tener que llegar a esta situación, es consecuencia del estrangulamiento al que las empresas se ven sometidas”, añadió.
El cierre de las vías desde hace más de 3 semanas ha provocado que las actividades comerciales en la provincia, y en general en todo el país, sean irregulares y los transportistas no pueden trasladar la mercadería varia porque les impiden el paso.
En Chiriquí, con el agravante que no hay combustible porque las estaciones de servicio no pueden ser abastecidas.
El Ministerio de Trabajó confirmó que hasta el jueves, en el país, había 45 solicitudes para cancelación de contratos laborales en todo el país, que afecta a unos 480 trabajadores. La mayoría de estas peticiones son de la provincia en cuestión.
Las protestas que tienen postrado al país son por un contrato minero firmado por el gobierno de Laurentino Cortizo con una firma canadiense.