Rectores de Costa Rica denuncian la confiscación de la UCA en Nicaragua

La confiscación de la Universidad Centroamericana por parte de la dictadura de Nicaragua, en un proceso amañado, sigue generando críticas internacionales.

La dictadura de Ortega confiscó la Universidad Centroamericana de la congregación jesuita.

El Consejo Nacional de Rectores de Costa Rica (CONARE) compartió un pronunciamiento que rechaza la confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA) a manos de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua. 

“El Consejo Nacional de Rectores manifiesta su rechazo y oposición ante la confiscación de todos los bienes y el congelamiento de las cuentas bancarias en contra de la Universidad Centroamericana (UCA) por parte de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Este hecho se suma a las arbitrariedades y actos violentos en contra de la academia nicaragüense, que ha caracterizado el gobierno autoritario Ortega-Murillo, quienes consideran a los centros universitarios una amenaza por forjar un pensamiento crítico”, dicta el consejo de rectores tico. 

Ante tal atropello a la libertad de cátedra y de los derehos universitarios, el CONARE dijo que “el proceder del Gobierno nicaragüense en contra de su educación universitaria, el irrespeto a la libertad de pensamiento y la violación a los derechos humanos”.

Lamentan que la dictadura en su paranoia confiscatoria que ya se ha convertido en una de las actitudes cotidianas de funcionar, deje a más de 9,500 estudiantes de pregrado y postgrado en el limbo. Además, manifiestan con tristeza que dicha casa de estudios con más de 60 años de historia, haya sido confiscada.

En este sentido, la coordinadora de la Cátedra de Centroamérica de la Universidad de Costa Rica (UCR) y directora de FLACSO Costa Rica, Ilka Treminio, condena “las acciones y la forma mediante las cuales se está haciendo este proceso de cierre de la Universidad Centroamericana”.

Manifestó que una de las mayores preocupaciones, es que se están violando múltiples derechos donde los más afectados son los estudiantes. 

“El acceso a la educación, poca claridad e incertidumbre sobre los procesos y las nuevas condiciones de la universidad, poca claridad de la reintegración al proceso educativo, así como la incertidumbre sobre la convalidación de los procesos educativos que ya han realizado”.

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