La llegada a la Presidencia de México de Claudia Sheinbaum daría un golpe de timón en la política migratoria y económica hacia la región centroamericana, de acuerdo con el centro de pensamiento estadounidense Atlantic Council.
Centroamérica es un mercado natural para la expansión de exportaciones e inversiones de México, mientras que la región, sumergida en pobreza y violencia, ve en el país vecino una vía de escape para migrar hacia Estados Unidos.
Como es de esperarse, Sheinbaum se centrará inicialmente en resolver los problemas internos de México, principalmente la creciente violencia e inseguridad. Aunque, según el análisis del centro de pensamiento, es “poco probable” que aborde el tema con la “severidad” que lo hizo su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele.
Atlantic Council considera que Sheinbaum seguirá los pasos de Andrés Manuel López Obrador en cuanto a una narrativa de políticas frente a la injusticia social y la defensa de los más vulnerables. Sin embargo, su formación como ingeniera ambiental y científica climática hará que su agenda de trabajo se centre más en las preocupaciones de justicia social, con posibles proyectos en agricultura sostenible y energía renovable, como lo hizo durante su gestión como alcaldesa de la Ciudad de México.
“Calibrar este equilibrio será crucial, al igual que trabajar con socios regionales. Después de todo, México y su vecina Guatemala, por ejemplo, enfrentan desafíos similares de degradación ambiental y los impactos del cambio climático, desde inundaciones hasta sequías y falta de acceso al agua”, añade Atlantic Council.
Socio económico
Con la segunda economía más grande de América Latina, México es también el segundo exportador de petróleo de la región. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), México fue en 2017 el inversionista número 31 a nivel mundial. En Centroamérica, las empresas de capital mexicano tienen una fuerte presencia en los rubros de alimentos y bebidas, telecomunicaciones y comercio.
Atlantic Council señala que la próxima presidenta de México se podría asociar con los gobiernos centroamericanos para aprovechar las oportunidades del “nearshoring”, a través de la anexión al Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC).
La idea no es nueva, ya en 2022 se planteó la incorporación de Costa Rica. Con la anexión del bloque centroamericano, se abrirán las puertas a nuevas inversiones de empresas estadounidenses y mejoraría la ventaja competitiva de las economías centroamericanas.
“Permitiría beneficiarse de las mismas ventajas comerciales de las que disfruta México. También podría reducir muchas de las presiones económicas que impulsan la migración, es decir, la falta de empleos y salarios insuficientes”, añade el centro de pensamiento.

La migración bajo una lupa con “sentido humano”
México es un tránsito clave en la migración irregular, tanto para centroamericanos, suramericanos como ciudadanos de origen chino, africano e indio. Los cuestionables controles de seguridad se endurecen en la frontera sur para evitar el paso hacia Estados Unidos, pero Sheinbaum podría adoptar un enfoque más humanitario en la protección de los migrantes y brindar asistencia humanitaria.
“Un mejor y mayor intercambio de inteligencia entre México y los países centroamericanos puede ayudar a combatir el crimen organizado y la violencia, que son factores importantes que impulsan la migración. Esta es también un área en la que Estados Unidos y México podrían intentar redoblar su cooperación”, añade el análisis.
Mientras que López Obrador promocionó las iniciativas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, que se ejecutaron en el Triángulo Norte centroamericano para contener la migración, Sheinbaum podría llevar los programas un “paso más allá” con “valores progresistas más amplios”.
Durante la campaña política, Sheinbaum se refirió a que los programas sociales y juveniles en Centroamérica se debían diseñar de manera integral y sostenible.