La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó la creciente represión contra periodistas de Nicaragua de parte de la dictadura y en particular el arresto de 3 comunicadores desde abril.
La SIP, el organismo más importante de la región que aglutina a medios de comunicación y millares de periodistas, pidió a la comunidad internacional denunciar estos ataques contra la libertad de expresión y prensa.
En las últimas semanas la policía de la dictadura arrestó a Hazel Zamora, directora de noticias y corresponsal de Canal 10 en Bluefields, en la zona Caribe del país, acusándola por supuesta conspiración contra el Estado y por propagación de noticias falsas. Aunque fue liberada unas horas después, ahora está obligada a presentarse a diario a una comisaría policial.
Michael Greenspon, presidente de la SIP y director global de Licencias e Innovación de Impresión de The New York Times, condenó los nuevos métodos de ataques de la dictadura.
“Aparentan ser una purga para forzar a que quienes critican al régimen salgan del país y silenciar a la oposición”, dijo.
William Aragón, excorresponsal de La Prensa en la ciudad de Estelí, detenido y liberado en condiciones similares a las de su colega, y el de Víctor Tikay, detenido por filmar el Jueves Santo una procesión religiosa en la ciudad de Nandaime, Granada, son dos de los casos denunciados por la SIP. Tikay continúa detenido.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, director periodístico del diario argentino La Voz del Interior, acuerpó el pedido de la organización a la comunidad internacional y calificó de enfermiza la persecución de la dictadura contra periodistas y opositores.