Taiwán y Guatemala presentaron en el Salón Ministros del Palacio Nacional de la Cultura la primera versión en mandarín del Popol Vuh, el texto sagrado de la civilización maya.
Este hito cultural tuvo lugar gracias a la colaboración entre los dos países socios, con el propósito de difundir y preservar las raíces ancestrales de la cultura maya a través de la traducción de este libro fundamental.
La ceremonia fue encabezada por la embajadora de Taiwán) en Guatemala, Vivia Chang; la ministra de Cultura y Deporte, Liwy Grazioso; y Su Hsin Chang, presidenta de la Fundación Budista Tzu Chi de Taiwán en Guatemala. Durante el evento, se informó que los ejemplares, dirigidos a un público infantil, serán donados a bibliotecas del país y no estarán disponibles para su comercialización.
La embajadora de Taiwán expresó su orgullo por la entrega de la obra y destacó su simbolismo.
“Este libro es más que una obra literaria; es un símbolo de cooperación y un compromiso con la preservación de la cultura. El Popol Vuh no solo cuenta historias, sino que también invita a la reflexión sobre valores universales como el respeto a la naturaleza, la humildad y la espiritualidad. Su traducción al mandarín representa un puente entre Guatemala y Taiwán, un paso importante para fortalecer nuestros lazos culturales y profundizar el entendimiento mutuo”, manifestó.
Por su parte, la ministra Liwy Grazioso subrayó la relevancia de este proyecto para ambos países.
“La traducción del Popol Vuh para niños al mandarín no solo estrecha los lazos de amistad entre Guatemala y Taiwán, sino que también presenta una oportunidad única para los hablantes de mandarín de conocer la rica mitología y cosmovisión maya. Este libro, que narra la creación del universo, los animales y los seres humanos a partir del maíz, es una valiosa enseñanza sobre el valor de la comunidad, la cooperación y el respeto mutuo, principios que siguen vigentes en nuestra sociedad moderna”, comentó.
El Popol Vuh, escrito originalmente en lengua k’iche’ es uno de los textos más importantes de la literatura indígena americana.
Su traducción al mandarín se convierte en una ventana hacia el conocimiento ancestral y un paso importante para el intercambio cultural global.