La pareja de funcionarios más impopular del momento en Guatemala, Consuelo Porras y Rafael Curruchiche, parece haberse quedada sola en una batalla política en la que se enfrascó frontalmente, la de deslegitimar unas elecciones que, certificado por muchos actores, fueron justas y transparentes.
De repente, Porras, fiscal general, y Curruchiche, jefe de la unidad contra la impunidad, tienen a todo el mundo en contra. Parte de la sociedad guatemalteca se ha movilizado a las calles para pedir sus renuncias, las gremiales empresariales más importantes les han exigido respeto a la democracia, el presidente electo (Bernardo Arévalo) los acusa de golpistas, Estados Unidos los amenaza con más sanciones y con usar todas sus herramientas en su contra, la OEA los cuestiona y la Unión Europea dice que les preocupa su actuar. Estos, por mencionar algunos de los múltiples rechazos que hay para los 2 fiscales que más animadversiones han provocado.
Pero, ¿quién está detrás de ellos? ¿Es una cruzada personal de 2 abogados que ostentan cargos poderosos -que los han utilizado para perseguir a quienes antaño combatieron la corrupción-? ¿Quién o quiénes son las otras argollas en ese eje tan oscuro con muchas pinceladas de perversidad?
“No se puede entender lo que está pasando sin la colaboración por debajo de la mesa de (Alejandro) Giammattei”, el actual presidente, le dijo a Centroamérica 360 el analista y profesor universitario Daniel Haering.
“Efectivamente hay un intento de ese núcleo duro del Ministero Público de revertir los resultados electorales”, añadió.
Y, explicó, hay una coalición más amplia interesada en machacar a Semilla y, por ende, a Arévalo.
⚠️ El presidente Alejandro Giammattei guarda silencio ante las últimas acciones del MP sobre el proceso electoral, pero hoy se refirió sobre las protestas.
“La forma de trabajar no es manifestando en la calle. No es llamando a la gente, incitando la gente a la violencia”. 👇🔊 pic.twitter.com/2C0nlViQAo
— Diego España (@DiegoEspana_) October 3, 2023
“Hay una fuerte campaña de desinformación de todos los bandos en pugna, por principio en Guatemala no podés creer nada ni dejar de creer nada. Y eso dificulta cualquier aproximación objetiva que uno quiera hacer”, dijo también a Centroamérica 360 Hugo Maul, un reconocido economista y analista.
“Hay un clima fuertísimo de polarización y de descalificaciones por razones ideológicas, entonces cuesta tomar distancia de lo que está pasando”, añadió, para poner todo en perspectiva.
“Lo que sí sabemos es el malestar del gobierno norteamericano por lo que está sucediendo”, expuso. Eso, en países dependientes en todo sentido de la ayuda de Estados Unidos, es un enorme problema.
“¿Quién está detrás de todo esto? Es difícil poder saber hasta qué punto el presidente actual está metido en esto”, aclaró.
Aunque habló de un punto curioso en la historia reciente de las relaciones políticas. “El TSE que hasta hace unos meses uno consideraba que era parte de la alianza oficialista, se ha volcado a defender los resultados electorales y hoy está en una pugna abierta contra los que buscan los indicios de posibles ilícitos que habría cometido el partido Semilla en su formación”.
En este punto hubo un quiebre previo a las elecciones generales del 25 de junio. La magistrada electoral Blanca Alfaro le dijo al diario The New York Times, unos cuantos días antes, que habría recibido un sobre en efectivo con 50 mil quetzales (unos $6,300) de parte de un aliado cercano del presidente Alejandro Giammattei a inicios de año, lo que la funcionaria denunció en una reunión en la Embajada de los Estados Unidos como un intento de soborno.
Quien se lo habría entregado es Miguel “Miguelito” Martínez, de confianza y muy íntimo de Giammattei, considerado como el hombre más poderoso del gobierno por su nexo con el mandatario.
La misión del desgaste
Arévalo se ha vestido con una capa de redentor político social en gran medida por los ataques que ha recibido del Ministerio Público. Ser de izquierda -centroizquierda como prefiere definirse-, progresista y político fuera del tradicionalismo guatemalteco ha quedado apartado porque supo ganarse buenos respaldos populares en su batalla, que la dio desde junio, cuando apenas tenía un 2.8 % en las preferencias electorales.
El 20 de agosto ganó el balotaje por casi 900,000 votos ante Sandra Torres, la ahora desaparecida política condenada a llegar sólo a la antesala del poder Ejecutivo (fue primera dama y en tres elecciones consecutivas ha perdido en segunda vuelta).
#AHORA el jefe de la FECI, Rafael Curruchiche, indica que cuenta con más de mil denuncias de diversas personas no solo en la FECI, señala a la OEA, Unión Europea y Gobiernos extranjeros y sociedad civil de injerencia.
Vía: @noel_solis pic.twitter.com/9iLQDtSDVA— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) September 29, 2023
Tanto Maul como Haering coinciden en que parte de la misión de la fiscal general es desgastar al máximo a Arévalo, quien para gobernar durante los 4 años tendrá, casi por obligación, que buscar aliados.
En el próximo Congreso el Movimiento Semilla sólo tendrá 23 diputados (de 160) y será la tercera fuerza política en el legislativo.
En cambio Vamos (el partido de Giammattei) tendrá 39 diputados y la UNE (de la esfumada Sandra Torres) 28.
Y para legitimar un gobierno se requieren votos a favor en el legislativo. Cuesta arriba a pesar de los aplausos.
“Los aliados naturales que debe buscar son la opinión pública, tener un presidente popular durante 4 años es algo inédito en los últimos gobiernos. Sí puede negociar con alcaldes, sobre todo, que meta presión a diputados distritales para que funcione un piso mínimo en el gobierno”, dijo Haering.
En Guatemala se eligen diputados por distrito y por lista nacional cerrada.
“Uno ve un silencio total de los políticos tradicionales y de los partidos tradicionales… que sacaron importante cantidad de votos, en todo este proceso (de allanamientos) han estado silenciados”, aclaró Haul.
“Pareciera haber allí si no un contubernio, un beneplácito”, añadió.
El sector privado organizado pide que se resuelvan los problemas electorales-judiciales (o persecución política, como dice Arévalo) porque sabe que todo este proceso es contraproducente para el país en general.
“Independientemente que haya detrás de esto (el MP), aquí lo que sin lugar a dudas va a suceder es un desgaste de Arévalo y su partido, en lugar de pensar cómo gobernar y los retos del futuro en el ejercicio del poder están tratando de defenderse de lo que hoy pasa y tienen que acuerpar y respaldar al Tribunal Supremo Electoral”, agregó.
Los fiscales reciben palo
Nadie alza la voz a favor de Porras y Curruchiche. Incluso el mismo Ministerio de Gobernación, un aliado por gravedad y del que depende la Policía Nacional Civil (PNC), salió al paso para “aclarar” que sus acompañamientos a los fiscales en los allanamientos al TSE son “por mandato”.
La PNC fue blanco de críticas porque el 30 de septiembre, cuando los fiscales secuestraban cajas con votos, hubo empujones contra magistrados electorales y se señaló a agentes de ello.
Un comunicado fue publicado el lunes 2 de octubre en un intento de limpiar el “honor” del cuerpo de seguridad.
La presidencia si bien no ha criticado al Ministerio Público, tampoco le ha defendido, lo que algunos entienden como un desamparo.
Aún queda un trimestre para que Arévalo asuma como presidente y por el momento, las protestas contra los fiscales se mantienen en las calles guatemaltecas. Dicen que en 3 meses puede ocurrir de todo, sobre todo en un país como este. Habrá que esperar.