Tres semanas de protestas en Panamá y contando

La población no ha cesado de reclamar al gobierno por el trato minero. Las pérdidas económicas son de decenas de millones de dólares debido a la crisis de bloqueos de calles y carreteras.

El cierre de la minera fue precedido por una ola de protestas en Panamá. Ahora los ambientalistas advierten con más protestas.

Panamá cumple este lunes 3 semanas de protestas, en medio de la indignación popular por un trato que minero que es visto como la venta del alma del país al diablo y entre una severa escasez de productos varios, entre ellos combustibles, porque los cierres de carreteras se mantienen a pesar del clamor de muchos para que los manifestantes permitan la libre circulación.

Anoche, decenas de jóvenes continuaron su vigilia frente a la Corte Suprema de Justicia, cuyos magistrados tienen la delicada tarea de decidir si la ley que le dio paso al convenio con Minera Panamá es constitucional o no.

En Chiriquí, provincia agrícola fronteriza con Costa Rica, ayer cientos de personas hacían colas para poder comprar gas propano, que al igual que los combustibles, ha escaseado a niveles no vistos.

El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, pidió ayer una jornada de oración, para que el país solvente la grave crisis social que afecta a todos por igual.

Y aunque hay muchos reclamos por los inconvenientes para la movilidad, no ha habido ningún sector que no haya apoyado las protestas populares que generalmente incluyen manifestaciones nocturnas en la capital.

Los empresarios mantienen su llamado para que liberen los pasos terrestres, pero reconocen que los ciudadanos tienen el legítimo derecho a expresar sus desacuerdo con el presidente Laurentino Cortizo, quien hizo un trato con Minera Panamá que le dejaría $375 millones anuales al estado, a cambio de la explotación por dos décadas del yacimiento de cobre más grande de Centroamérica.

Cortizo, quien tras incendiar el país con su decisión se retractó y busca alguna forma de enmendar su error al oficializar el contrato, ha guardado silencio respecto al tema. 

El país tendrá elecciones generales en mayo próximo, por lo que quien asuma la presidencia deberá enfrentar la crisis que se ha prolongado más de lo que todos imaginaban.

Cortizo es, junto a Alejandro Giammattei, de Guatemala, los dos mandatarios centroamericanos menos populares. Ambos en su gestión han llevado a los países que dirigen al filo de un despeñadero en los últimos meses y han tenido que afrontar el reclamo de ciudadanos dispuestos a mantenerse en las calles por semanas.

Las pérdidas son millonarias

Los empresarios calculan que las protestas, las más grandes y prolongadas de las últimas décadas, dejan hasta $90 millones por día.

El turismo, un sector importantísimo en este país, reporta más de $200 millones perdidos por la cancelación de unos 68,000 turistas que cancelaron sus reservaciones en estas 3 semanas.

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