El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dispone a deportar a migrantes que ingresaron al país de manera legal y temporal bajo programas establecidos durante la administración de Joe Biden, tales como CBP One y el Parole Humanitario que benefició a nicaragüenses, cubanos, venezolanos y haitianos, según un memorando obtenido por The New York Times.
El documento, firmado el jueves por la noche por el jefe interino del Departamento de Seguridad Nacional, detalla cómo los funcionarios de ICE pueden emplear amplios poderes, antes reservados exclusivamente para detenciones en la frontera sur, para expulsar a migrantes que ingresaron al país bajo el parole humanitario o mediante la aplicación CBP One, que permitía a los solicitantes de asilo programar citas para ingresar de manera ordenada.
El Servicio de Migración y Aduanas (ICE) tendría ahora capacidad de expulsar a migrantes que entraron a EEUU mediante la app CBP One que permitía programar citas para solicitar asilo, y mediante el parole humanitario para ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. El cierre de estos programas, junto con otras medidas, marca un nuevo capítulo en la política migratoria de Trump.
En su primer día de regreso al cargo, el presidente derogó el parole humanitario para migrantes de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití, así como los programas Movilidad Segura y Reasentamiento y Refugio. Estas iniciativas habían sido clave en la estrategia de Biden para ofrecer vías legales y frenar la inmigración irregular.
El gobierno de Biden ya había anunciado en octubre que no extendería el programa que benefició a casi 100,000 nicaragüenses que llegaron al país desde enero de 2023 bajo el programa de parole humanitario.
Además de estas acciones, la administración Trump ha intensificado las redadas en comunidades inmigrantes, centrándose no solo en quienes ingresaron de manera irregular, sino también, y ahora, en aquellos que llegaron bajo permisos temporales. Esta política se enmarca en un discurso estigmatizante que Trump ha promovido durante años, calificando a los migrantes como una amenaza para la seguridad nacional y la economía.
El memorando también ha generado alarma entre organizaciones de derechos humanos, que señalan la posible aplicación de estas medidas a inmigrantes afganos y ucranianos que llegaron bajo programas humanitarios especiales.
Según datos del Departamento de Seguridad Nacional, más de 1.4 millones de personas ingresaron a través de los programas ahora cancelados desde 2023.
Trump, quien también ha manifestado su intención de revisar el derecho a la ciudadanía por nacimiento, busca endurecer aún más el sistema migratorio. En declaraciones recientes, el asesor Stephen Miller criticó duramente las políticas migratorias de Biden, afirmando que facilitaron la entrada de “millones de extranjeros ilegales” al país.
Analistas señalan que estas decisiones buscan consolidar la base política de Trump, apelando a sectores que ven en la inmigración un problema prioritario.
Sin embargo, los críticos advierten que las medidas exacerban la vulnerabilidad de miles de migrantes que llegaron huyendo de condiciones extremas y que ahora enfrentan la amenaza de una expulsión inmediata.