La funcionaria expresó que la violencia extrema contra las mujeres, sumada a la revictimización de las familias afectadas, ha generado una creciente desesperanza en el pueblo hondureño.
Durante una audiencia en la Plaza de San Pedro, Villanueva transmitió al Santo Padre la difícil situación que enfrenta Honduras, especialmente ante la creciente violencia de género que afecta a miles de mujeres, y que se refleja en los femicidios y la violencia generalizada.
“La muerte violenta de mujeres no solo revictimiza a las familias, sino que mantiene al pueblo hondureño sumido en la desesperanza”, afirmó la viceministra.
El Papa Francisco, conmovido por la petición, respondió que Honduras está presente en sus pensamientos y oraciones, reconociendo además las luchas de muchos hondureños que, a pesar del riesgo a sus propias vidas, defienden los derechos humanos y los recursos naturales del país. El Papa recordó especialmente el asesinato reciente del ambientalista Juan Antonio López, quien, al igual que la líder ambientalista Berta Cáceres, perdió la vida debido a la violencia relacionada con la defensa del medio ambiente.
“Me he enterado con dolor de que en Honduras ha sido asesinado Juan Antonio López, delegado de la Palabra de Dios”, manifestó el Pontífice.
“Me uno al luto de su iglesia y condeno toda forma de violencia. Estoy cerca de quienes ven pisoteados sus derechos elementales y de quienes trabajan por el bien común, en respuesta al clamor de los pobres y de la tierra”, agregó.
Asimismo, el Papa Francisco reiteró su llamado a la lucha contra todas las formas de violencia hacia las mujeres.
“Todos estamos llamados a decir ‘no’ a cualquier tipo de violencia contra las mujeres y las niñas. Debemos luchar juntos para que se reconozcan los derechos humanos y la dignidad de todas las personas”, expresó en varias ocasiones.
Este encuentro con el Papa se produjo en el marco de la Audiencia General celebrada en la Plaza de San Pedro, donde el Santo Padre reflexionó sobre las intervenciones milagrosas del Espíritu Santo y su obra divina para los propósitos del bien común