Mientras los costarricenses viven con asombro el aumento de la criminalidad en su país, el presidente Rodrigo Chaves insiste en que su gobierno está haciendo todo lo necesario para frenar la escalada de violencia e insiste en que las bandas de narcotraficantes son las responsables de los homicidios que van en aumento.
La noche del lunes una mujer y un hombre murieron en una balacera en un autobús durante un asalto. Un delincuente trató de robar, pistola en mano, cuando un guardia privado que viajaba en el vehículo desenfundó su arma y se desató el tiroteo.
“Estaba libre, entiendo yo (el asaltante), con un brazalete de pierna y se le había dado libertad bajo esa condición. No es la primera vez que vemos circunstancias como esta”, explicó Chaves refiriéndose a que la policía arresta criminales y los jueces los liberan.
“Se ocupan las tres patas del banco, la acción policial, que en estos casos fue efectiva, la acción del Poder Judicial que respetamos la independencia de poderes, pero ellos tomaron estas decisiones que acabo de mencionar, y la acción legislativa para cerrar portillos que no nos permiten atacar la delincuencia”, enfatizó el mandatario.
El presidente insistió en “que la altísima tasa de asesinatos que vemos en Costa Rica es producto del conflicto entre pandillas criminales por territorio y negocio”, en alusión a los narcotraficantes.
Las declaraciones las dio durante la conferencia de prensa sobre la visita de la comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson.
El asaltante era un nicaragüense identificado como Avimael Amador Romero, de 34 años, quien tenía un largo historial criminal y que estaba libre por decisión judicial.
La escalada criminal
Los índices de violencia en Costa Rica son mucho más que alarmantes para una sociedad que por años estuvo alejada de ese fenómeno social que ha ahogado a otros países centroamericanos.
El narcotráfico se arraigó profundamente y tanto autoridades como la sociedad civil coinciden en que es un factor muy importante y grave en la sangrienta ecuación.
Enero de este año cerró con 77 homicidios, mientras que el mismo mes pero en 2022 hubo 58.
Las bandas pasaron de ser grupos criminales que movían droga rumbo a otros países y ahora almacenan y distribuyen internamente el producto. Y en la lucha de poderes por controles de territorios se ha desatado la violencia.
La capital del país, San José, es donde se registró el mayor número de homicidios (23), seguida por Limón (17), según las cifras de la Cruz Roja Costarricense.