Los hondureños pueden olvidar o perdonar casi a cualquiera, menos al “infame” árbitro salvadoreño que prolongó el tiempo reglamentario de un partido de fútbol hasta que México le empató a la H y a la postre, en penaltis, terminó arrebatándole el boleto directo a la Copa América 2024. Sí, Iván Barton sigue como el más odiado y por eso en fin de año quemarán su figura en una “incendiaria” tradición.
Un artesano está fabricando monigotes, unos muñecos de 2 metros de altura hechos de papel los cuales queman como parte de las tradiciones de este país en un ritual que demuestra los sentimientos en contra de alguien que haya cometido algo negativo.
Según la cadena internacional de noticias CNN, el artesano Adolfo Sarmiento está elaborando los muñecos, por encargo, para que los catrachos desahoguen sus furias incendiándolos.
“Los hondureños están molestos porque consideran que el árbitro les robó el partido y por eso van a quemar la figura de Barton en un monigote para desaparecer esas malas vibras y que la selección pueda ganarle a Costa Rica y clasificar a la Copa América”, le dijo Samiento a periodistas de la televisora.
Los monigotes los está fabricando en San Pedro Sula, la capital industrial hondureña, aunque los pedidos vienen de diferentes puntos del país.
Hasta el momento ya elaboró 20 y sigue contando. Cada uno cuesta $34.
Los compradores y curiosos se toman selfies con el monigote, para compartirlas en redes sociales.
Uno de los ejemplares es exhibido a la orilla de una transitada calle. En su pecho se lee el apellido que todos los futboleros odian, Barton.
La Federación Nacional Autónoma de Fútbol de Honduras (Fenafuth) anunció que interpondría una queja en la Concacaf en contra del árbitro salvadoreño.
Hondureños hostigan en aeropuerto y durante el vuelo al árbitro salvadoreño del “robo”
Barton, declarado casi oficialmente como no grato en Honduras, agregó 11 minutos al tiempo regular, los que le bastaron al Tri para igualar el marcador global y forzar el alargue. Aunque expertos en fútbol han dicho que el salvadoreño hizo lo correcto, los hondureños lo siguen viendo como “alta traición a un país vecino”.
Cuando el árbitro retornada a El Salvador desde México, después del partido, en el aeropuerto y el vuelo fue reconocido por varios catrachos quienes le insultaron y grabaron videos que compartieron en redes sociales.
El señalado, quien no ha necesitado de un juicio para ser condenado, no ha dado declaraciones a la prensa por aquel partido del 21 de noviembre en el estadio Azteca.