Costa Rica crecerá un 4.8 % en 2023 por mayor demanda de las zonas francas

La Universidad de Costa Rica mejoró las perspectivas de crecimiento, de un rango de 2.6 % y 2.8 % a entre 4.6 % y 4.8 %.

El dinamismo de las zonas francas ha jugado un papel crucial en este crecimiento.

El impulso de las zonas francas, la inversión extranjera y un aparente control de la inflación hicieron que el Instituto de Investigaciones de Ciencias Económicas (IICE), de la Universidad de Costa Rica (UCR), mejorara sustancialmente su proyección de crecimiento para 2023 a un 4.8 %.

El Instituto prevé que el crecimiento económico se sitúe entre un 4.6 % y un 4.8 %, dos puntos porcentuales adicionales desde el ratio de un 2.6 % y un 2.8 % que estimó en su última revisión de julio pasado.

La proyección de la UCR es más entusiasta que la presentada en septiembre pasado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), quien estima que la economía costarricense crezca un 3.8 % este 2023. Costa Rica sería el segundo de mayor crecimiento de Centroamérica, solo superado por Panamá, con un 5.1 %.

Daniel Córdoba, vocera del Instituto, indicó que las tasas de crecimiento en el primer semestre han sido “mayores a lo que se esperaba”, con una expansión del Producto Interno Bruto (PIB, producción de bienes y servicios de la economía) de un 5.1 % en el segundo trimestre de 2023.

“Aquí destaca el importante aporte que hacen las zonas francas debido a que su crecimiento es muy superior al resto de la economía”, explicó la experta.

La proyección económica también se sustenta en un aumento de la demanda interna y el consumo de los hogares, así como mayores flujos de inversión después de una etapa en la que “había estado aportando poquito”, añadió.

Córdoba detalló que el mayor aporte al PIB procede de la manufactura, las actividades profesionales, científicas y técnicas, así como los servicios de apoyo de apoyo y la industria de la construcción. 

Costa Rica se ha visto “beneficiada” desde junio pasado al registrar un índice de inflación negativa (deflación), que en agosto pasado se situó en un -3.28 %, la tasa más baja en 10 años.

La deflación, que ocurre cuando los precios bajan por un aumento en la oferta, es un arma de doble filo. Para los hogares puede significar un alivio porque adquieren lo que necesitan a costos más accesibles, pero en largo plazo desincentiva la demanda e incluso existe un riesgo de una recesión.

El país centroamericano es, además, el único que tiene inflación negativa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE).

Exit mobile version