El precio de los bananos podría encarecerse en hasta $250 millones anuales como resultado de los aranceles del 10 % aplicados el pasado 5 de abril por la administración de Donald Trump, según advirtió este lunes la Asociación de Banano de América del Norte (BANA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con cifras del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA), el país importó más de $2,500 millones en bananas frescas durante 2024. Sin embargo, esta fruta tropical no puede ser cultivada a gran escala dentro del territorio estadounidense, lo que significa que el nuevo arancel no fomentará la producción local, sino que impactará directamente el bolsillo de los consumidores.
Más del 90 % de las bananas vendidas en EE.UU. provienen de Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Honduras, naciones que han sido incluidas en el nuevo paquete arancelario. Sin embargo, datos del Buró del Censo de EE.UU. indican que el país mantiene un superávit comercial de $4,700 millones con ese bloque, lo que cuestiona la lógica económica detrás de la aplicación de estos tributos.
“Claramente, los consumidores estadounidenses pagarán precios más altos por las bananas sin que eso genere beneficios económicos reales para el país”, afirmó Tom Stenzel, director ejecutivo de BANA. “El saldo comercial con los países productores de banano ya es positivo, y no existe posibilidad realista de impulsar la producción local, dadas las condiciones climáticas que esta fruta requiere”.
“El objetivo de los aranceles recíprocos es corregir desequilibrios comerciales y fomentar la producción nacional, pero en el caso del banano, ninguna de esas condiciones aplica”, agregó Stenzel.

Impacto en supermercados
Expertos del sector alimentario, como el analista Phil Lempert, aseguran que la medida podría afectar hasta el 50 % de los productos de un supermercado promedio, ya sea por el producto en sí o por los ingredientes importados que contiene.
Frutas tropicales como el banano y la piña —esta última proveniente en gran parte de Costa Rica— verán un aumento en sus precios, mientras que productos como el aguacate mexicano, que constituye el 87.6 % de las importaciones de esa fruta, no se verán afectados por estar exentos de los nuevos aranceles.
La Asociación de Banano hizo un llamado a la administración Trump para que reconsidere la aplicación de estos impuestos a frutas tropicales, argumentando que su inclusión no cumple con los fines previstos de los aranceles y únicamente penaliza al consumidor final.
“Apoyamos los esfuerzos del gobierno para reducir la burocracia y proteger el comercio justo”, afirmó Stenzel, “pero pedimos que se reconozca el papel único que juegan las frutas tropicales como el banano en la dieta de millones de estadounidenses y el riesgo financiero que representan estos aranceles para las familias”.