Un informe del la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento del Reino Unido, incluyó a Taiwán en su sección de “países”, describiéndolo como que posee “todas las calificaciones para la estadidad” con “mayor reconocimiento internacional”.
A pesar de tener una “población permanente, un territorio definido, un gobierno y la capacidad de entablar relaciones con otros estados”, dijo el informe “Tilting horizons: the Integrated Review and the Indo-Pacific”, “el gobierno de Taiwán no ha hecho una proclamación oficial de independencia, porque China lo considera un casus belli”.
El informe agregó que la presidenta Tsai Ing-wen ha declarado que esto se debe a que Taiwán ya es “un país independiente” y, por lo tanto, “no tiene necesidad de declararse un estado independiente”.
Según la presidenta del comité, Alicia Kearns, del gobernante Partido Conservador, el informe es el primero de un comité parlamentario del Reino Unido en hacer tales declaraciones relacionadas con la soberanía de Taiwán.
“Reconocemos la posición de China, pero nosotros, como [el comité de asuntos exteriores], no la aceptamos”, dijo Kearns.
“Es imperativo que el secretario de Relaciones Exteriores [del Gran Unido] apoye firme y vocalmente a Taiwán y deje claro que defenderemos el derecho de Taiwán a la autodeterminación”, dijo Kearns.
“Este compromiso se alinea no solo con los valores británicos, sino que también sirve como un mensaje conmovedor para los regímenes autocráticos de todo el mundo de que la soberanía no se puede lograr a través de la violencia o la coerción”, agregó Kearns.
Al igual que la mayoría de los países del mundo, el Reino Unido mantiene relaciones diplomáticas con Pekín y solo relaciones no oficiales con Taiwán.
Mientras tanto, el informe del comité pidió al Reino Unido que desarrollara una diplomacia de disuasión, que construyera resiliencia y defensa para disuadir a los actores maliciosos, y que usara esto para proteger la autodeterminación del pueblo de Taiwán.