Según Wu, desde las primeras elecciones presidenciales directas de Taiwán en 1996, China ha intentado interferir en el proceso de cada elección mediante amenazas militares y coerción económica, utilizando la sociedad libre y abierta de Taiwán para manipular la opinión pública mediante la guerra cibernética y la desinformación.
Citando un informe que menciona a un funcionario de seguridad estadounidense publicado el mes pasado en The New York Times, el ministro afirmó que Pekín puede utilizar la inteligencia artificial para difundir desinformación en un intento de influir en los resultados electorales de las democracias.
Según Wu, como Taiwán está en la primera línea de la expansión autoritaria de China, Pekín utiliza Taiwán para poner a prueba su influencia autocrática.
El canciller advirtió que si China logra influir en las elecciones democráticas de Taiwán, empleará las mismas tácticas en otras partes del mundo libre. La comunidad internacional debe tomar medidas serias para contrarrestar la injerencia china, agregó el ministro.
Wu agradeció a los miembros del mundo democrático por manifestar su apoyo a Taiwán en diversos foros mundiales, e instó a la comunidad internacional a expresar su profunda preocupación por los intentos de China de sabotear los procesos democráticos de Taiwán.