El costo del apoyo de Bernardo Arévalo a Taiwán

Por Félix Maradiaga, exprecandidato presidencial nicaragüense, excarcelado político y desterrado por la dictadura orteguista. Presidente de la Fundación Libertad.

El presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, que juró su cargo en enero, ha prometido apoyar firmemente a la República de China (Taiwán) en sus cuatro años de mandato, declaró recientemente Miguel Tsao, embajador de Taiwán en el país centroamericano. Aunque el presidente Arévalo no asistirá a la ceremonia de investidura del presidente electo Lai Ching-te, hizo la promesa a Taiwán recientemente.

En represalia, clientes y corredores de negocios de China, le informaron a la comunidad exportadora de Guatemala, incluidos clientes y brokers, sobre la retención de sus envíos en puertos chinos. Esta es una medida arbitraria detrás de la que está indudablemente el régimen de la República Popular China. Esta situación afecta principalmente a los productores de café y macadamia, quienes han sido informados de una prohibición no oficial impuesta a las importaciones provenientes de Guatemala.

 

La ausencia de un pronunciamiento oficial de China, incrementa la incertidumbre y la preocupación entre los exportadores guatemaltecos. La retención de, al menos, siete contenedores de macadamia, algunos detenidos en el puerto de Ningbo y otros regresados a plantas de procesamiento, representa un golpe fuerte para un sector que apenas comenzaba a recuperarse de una crisis de precios.

En un comunicado de prensa de AGEXPORT, una institución privada sin fines de lucro que promueve las exportaciones guatemaltecas, se alerta que el impacto de esta medida sobre el sector exportador de Guatemala es significativo. China había emergido como un mercado crucial para la exportación de macadamia, ofreciendo una oportunidad para que los productores guatemaltecos recuperaran estabilidad financiera. La interrupción de estas exportaciones no solo provoca pérdidas económicas inmediatas, sino que también socava la confianza en la viabilidad a largo plazo de China como un destino para los productos de Guatemala. Se demuestra que China es un mercado volátil sujeto a altas consideraciones políticas. Estas acciones de China ofrecen un claro ejemplo de la forma en que el gigante asiático se comporta cuando los estados con los cuales tiene relación, en el uso de su soberanía, deciden acercarse amistosamente a Taiwán.

Extorsión comercial y motivos políticos

Este bloqueo de importaciones es una represalia de China hacia Guatemala por su apoyo al nuevo presidente de Taiwán. La acción de China no solo muestra un desprecio por las normas de comercio internacional, sino que también resalta su disposición a utilizar el comercio como un arma política para castigar a los países que no se alinean con sus intereses geopolíticos. La extorsión comercial que China ejerce sobre Centroamérica es un claro ejemplo de su apetito imperialista y su intención de ganar influencia en la región en su confrontación con Estados Unidos.

En el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), existen reglas internacionales diseñadas para proteger a los países de este tipo de prácticas coercitivas. Es esencial que Guatemala busque el respaldo de estas normas y lleve este caso a foros internacionales para recibir apoyo y soluciones. Las acciones de China no solo violan las reglas comerciales, sino que también ponen en riesgo la estabilidad económica y la soberanía de los países afectados.

El caso de la retención de envíos guatemaltecos en puertos chinos es un claro ejemplo de la manipulación y extorsión que China está dispuesta a ejercer para imponer su voluntad política. El daño causado a los productores y exportadores guatemaltecos es considerable, y subraya la necesidad de una respuesta firme y coordinada por parte de la comunidad internacional. El uso del comercio como herramienta de coerción política por parte de China no solo afecta a Guatemala, sino que representa una amenaza para la estabilidad y soberanía de todas las naciones que buscan mantener su independencia frente a las presiones imperialistas de Pekín.

Exit mobile version