El “éxito” logrado por “Mel” que, inevitablemente, aunque no lo quiera, lo empuja hacia la dictadura, se debe en mucho a la debilidad de las fuerzas democráticas. La inflexión ocurrió cuando, por debilidad de los liberales, “Mel” impuso la Corte Suprema de Justicia, encabezada por un miembro de su familia política; y constituida por una mayoría de abogado, fieles suyos.
Ahora, desde el Congreso, con una Comisión Permanente, bajo su control, puede nombrar la junta de comandantes, completar los nombramientos en los órganos electorales y al miembro faltante del Tribunal Superior de Cuentas. También aprobar el presupuesto. Y los convenios con China. Es decir que, tiene el camino libre para imponer su voluntad, sin que nadie pueda detenerlo. Para dar el siguiente paso: ganar las elecciones, cosa fácil para el gobierno, como lo confirma la historia nacional.
Este “éxito”, repetimos se origina en las debilidades de la oposición que, tiene su “eslabón más débil” en la dirección del Partido Liberal. Las facciones “florista” y “rosentalista”, -por inocencia o maldad-, entregaron la mayoría de la Corte a Libre. Pero además, la oposición general ha descuidado algunos espacios que son fundamentales: no ha legislado para los pobres, teniendo los votos en el Congreso; ha dejado de vigilar al Ejecutivo en sus acciones en el plano educativo, abandonando a las universidades públicas; descuidando sus relaciones con los militares, al no modificar el mecanismo de nombramiento de la junta de comandantes que le da al Presidente de la República, poder para menospreciar méritos y antigüedad de los oficiales, favoreciendo la adhesión política y la práctica de conductas irregulares; y, lo más grave, no ha desmontado el control que el gobierno tiene en el sistema electoral en donde está viva la estructura para que Libre organice un fraude que nadie pueda detectar. Además, ha permitido, la división de los medios de comunicación, de modo que ahora, un líder liberal ha creado una paralela, sin que nadie le preste atención que esa práctica afecta la libertad de expresión.
La táctica de la oposición, se ha movido solo en el terreno mediático. Claro que la televisión y la radio son importantes; pero en política hay que salir al encuentro del pueblo, organizando las bases, para disponerlas a la tarea de la inevitable confrontación. Con votos o con palos. Libre ha organizado sus “colectivos”, en tanto que los demócratas, no ha entrenado a nadie en los temas políticos; y, menos en la defensa del país. Es decir que aquí, está en términos de flancos, el más débil de todos.
Las encuestas confirman que al pueblo no le preocupa perder la democracia, porque nadie le ha informado que, al ocurrir, no le quedará nada. Los demócratas, se han conformado con apuradas declaraciones y críticas, mientras Libre, con el apoyo de los cubanos, desarrolla una campaña de adoctrinamiento en los municipios en donde tiene la obligación de ganar, para asegurar en las próximas elecciones, diputados necesarios para controlar el Congreso Nacional.
Además, dos errores adicionales más han cometido la oposición democrática. Ha olvidado que el objetivo estratégico es derrotar a Libre, no importa con quién. Y que, en vez de candidatos, hay que hablar de coalición, colocando el político más útil, no importando incluso si es una figura sin militancia partidaria, porque, al fin y al cabo, no interesa el color del gato, “con tal que case ratones”. El segundo error es confiar solo en Estados Unidos. Claro que allí, está “la madre del cordero”; pero hay que fortalecer el relato nacional en el sentido que en Honduras, la democracia está en peligro. Que aumentara la emigración por la inseguridad. Y que, para salvar al país, apoyan la extradición de “Mel”. Cosa que será muy difícil, porque Xiomara Castro, aunque la amenacen, no permitirá que se lleven a su marido. Y los fiscales, “elegidos por Dios”, lo defenderán para ganarse el reino de los cielos.
Por supuesto, el éxito de Libre, es su fracaso. Irá a marchas forzadas, quemando etapas; y, cometiendo errores. Arrinconará ferozmente a la empresa privada; reducirá la libertad de expresión; se enemistará con facciones de las Fuerzas Armadas; y perderá pie, en el control de las pandillas que manejan el narcotráfico, amenazando la seguridad de los Estados Unidos. Porque “Mel” es un “niño” feliz, destruyendo los adornos de la sala de sus padres.